Normas laborales y estacionalidad inquietan al agro mexicano ante el T-MEC
Fotografía: EFE/Luis Enrique Granados




Ciudad de México, México. 

Las normas laborales y la amenaza de la estacionalidad son las principales preocupaciones del campo mexicano en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que entrará en vigor el 1 de julio, coincidieron Gobierno y empresarios este jueves.

El T-MEC establece una estricta normativa en materia laboral para el sector, sobre todo porque contempla sanciones comerciales aparejadas al trabajo infantil y forzoso, lo que según el vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Aldo Mares, es "el tema de mayor riesgo en las próximas semanas".

Mares señaló que el Ejecutivo estadounidense maneja una lista donde el trabajo infantil puede estar detrás del tomate, el chile, el pepino, la caña de azúcar, el café, la cebolla, el frijol verde, la berenjena, el tabaco y el melón mexicanos.

Trabajo forzoso 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mexicano calcula que 3.2 millones de niños y niñas de 5 a 17 años trabajan en actividades económicas no permitidas o en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.

Por lo que respecta al trabajo forzoso, que despierta las sospechas estadounidenses en el tomate y el chile, la organización Global Slavery Index estimaba en 2018 que México tenía 341 mil personas en esta situación.

Los ponentes en el taller organizado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), resaltaron la necesidad de cumplir con las normativas asumidas en el T-MEC como estrategia preventiva para no afrontar demandas o represalias de sus socios comerciales.

Para conseguirlo, el CNA ha puesto en marcha para los empresarios un mecanismo en línea de verificación de cumplimiento y evaluación de riesgos.

"El combate al trabajo forzoso, incluido el trabajo infantil obligatorio, está consagrado (...) en nuestro marco legal. No podemos darle la espalda a la obligación de proteger esto", recordó el director general de reglas de comercio de la Secretaría de Economía, Ricardo Aranda.

Aranda advirtió a los empresarios de que Estados Unidos va a prohibir cualquier importación "bajo sospecha" y aseguró que desde el Ejecutivo están "en total atención de los casos que se presenten de incumplimiento" para resolver en los mecanismos de respuesta.

Riesgo de estacionalidad 

El otro gran riesgo para el sector agropecuario mexicano es la estacionalidad, una cláusula que quedó fuera del T-MEC pero que el representante de comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, ha prometido abordar fuera del tratado a los productores de Florida y Georgia.

Si el Ejecutivo estadounidense, amparado en su propia legislación, pusiera esa barrera proteccionista, supondría un gran problema para frutas y verduras mexicanas.

La exportación a Estados Unidos de moras, fresas, uvas, pepinos, espárragos, pimientos, calabacitas y berenjenas, los principales productos perjudicados, creció un 61 % en los últimos cuatro años, indicó la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora.

"Hay un mensaje muy claro, que es un rechazo contundente y completo a este tipo de medidas que no están sustentadas en el T-MEC y creemos tampoco están sustentadas, ni se pueden justificar, en su legislación nacional", advirtió De la Mora.

La subsecretaria destacó que por la gran dependencia agropecuaria entre Estados Unidos y México, ambos países se pueden "hacer mucho daño" con acciones como estas, que implicarían limitar la exportación de los productos mencionados a cuando los agricultores estadounidenses no pudieran abastecer la demanda.

Tanto De la Mora como varios directivos del CNA atribuyeron el riesgo de la estacionalidad a una medida electoral por parte del republicano Lighthizer, ya que Estados Unidos celebrará comicios presidenciales en noviembre.

Problemas añadidos

Mientras la cúpula del sector agropecuario debatía los riesgos del T-MEC, un centenar de agricultores del estado mexicano de Tamaulipas, ubicado en el noreste del país, bloquearon carreteras y amenazaron con cerrar puentes fronterizos por, entre otras quejas, estar en desigualdad frente a los campesinos estadounidenses.

"Nos están poniendo a competir con algo inalcanzable, es una tontería por parte del Gobierno Federal", expresó el líder campesino Rogelio Ortiz.

Ortiz puso como ejemplo la falta de subsidios para el campo mexicano y que el precio de las gasolinas en México no les ayuda a ser más competitivos.

Además, dijo que el seguro agrícola para los agricultores mexicanos tiene una tasa de interés del 16 %, mientras que en Estados Unidos este ronda el 6 %.