Profesores mexicanos se proponen echar abajo una reforma a la ley educativa, un símbolo del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, con acciones contra las elecciones intermedias del domingo, que han incluido destrozos a oficinas electorales y quema de boletas.

Maestros radicales de Guerrero (sur) e integrantes del colectivo Consejo de Damnificados de la Montaña incendiaron la noche del lunes más de 100.000 boletas electorales que serían utilizadas el domingo en la jornada electoral.

Los disconformes tomaron instalaciones electorales en Tlapa, una localidad de la sierra guerrerense azotada por la pobreza y devastada en 2013 por los huracanes Ingrid y Manuel, para sacar la papelería y prenderle fuego.

"Las 185 comunidades de 13 municipios de indígenas de la montaña alta de Guerrero no permitirán la instalación de urnas y casillas, además de que 16.000 familias aglutinadas en el Consejo no emitirán su voto", dijo a la prensa local Abel Barreda Hernández, director de Tlachinollan, una organización civil aliada a la causa de los maestros.

En el vecino estado de Oaxaca, otro grupo de maestros destruyó el lunes papelería de los comicios y equipos en oficinas electorales.

Un balazo en el zapato 

Las fuertes protestas se registraron pese a que los maestros disidentes ya habían conseguido una de sus principales demandas: dar marcha a atrás a un proceso de evaluación del magisterio previsto en la reforma a la ley educativa, promulgada el año pasado por Peña Nieto, que llegó al poder en diciembre de 2012 con un ambicioso paquete de reformas.

El viernes pasado, en un comunicado de dos líneas, la secretaría de Educación anunció la "cancelación indefinida" de la evaluación, lo que desató fuertes críticas contra el gobierno.

"Fue una concesión, el presidente la ofreció a un grupo de maestros que amenaza con boicotear las elecciones", dijo a la AFP Carlos Ornelas, investigador en educación y comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien calificó la medida de error.

Peña Nieto enfrentará el domingo su primera prueba con la renovación de los 500 diputados federales, nueve gobernadores, entre ellos los de Guerrero y Michoacán y cerca de 900 alcaldes.

El presidente "se dio un tiro en el zapato" al enviar el mensaje de que lo mismo puede pasar con otras importantes reformas aprobadas durante los dos primeros años de su gobierno, como la energética, la de telecomunicaciones y la financiera, añadió el experto.

La suspensión indefinida del examen a docentes "es una estrategia para que se realice el proceso electoral. Exigimos que de manera definitiva se cancele la evaluación y prácticamente se cancele toda la reforma educativa", dijo a la AFP Mohamed Otaky Toledo, vocero de los maestros en Oaxaca.

El gobierno cede al chantaje 

Los aguerridos maestros de Oaxaca se declararon en paro indefinido el 1 de junio, dejando a 1,4 millones de alumnos sin clases, y entregaron al gobierno un petitorio de 11 puntos que van desde la exigencia de que se revierta la reforma educativa hasta reclamos de tipo político como la búsqueda de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (sur) desparecidos. 

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (organismo público autónomo) exigió de su lado al gobierno dejar "sin efectos la decisión de 'suspensión indefinida'" de la evaluación y respetar la reforma legal.

"El gobierno cede ante el chantaje" de los maestros radicales, denunció por su parte en grandes desplegados en diarios la organización Mexicanos Primero, una fuerte promotora de la reforma educativa y de los procesos para evaluar al magisterio.

Esta medida, "equivocada y unilateral, pone en riesgo la más importante de las reformas", señaló Mexicanos Primero al exigir al presidente que rectifique la medida.

La suspensión indefinida del examen es una medida "muy autoritaria, no es muy explicable", dijo de su lado Roberto Rodríguez, académico del instituto de investigaciones sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, en alusión al silencio del gobierno ante la andanada de críticas y el caos generado por los maestros.

La suspensión de la polémica evaluación no "desactivó a los maestros sino que los reactivó, es una gran victoria", para ellos, concluyó el experto.