En México, ocho de cada 10 adultos mayores descuidan enfermedades de los huesos
Imagen: Ilustrativa/Medios




Guadalajara, Jalisco.

En el marco del Día Mundial de la Osteoporosis, especialistas advierten que 80% de los adultos que se fracturan un hueso no se someten a pruebas ni reciben tratamiento.

Ante esa realidad, la Federación Mundial de la Osteoporosis destaca en la importancia de consultar ante cada fractura después de los 40 años.

En el mundo, más de 200 millones de personas padecen osteoporosis y cada tres segundos se registra una fractura de cadera o de alguna extremidad asociada a esta enfermedad, informó el endocrinólogo y socio titular de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, José Alfredo Álvarez López, y advirtió que no hay síntomas, que no duele:

"Realmente no tenemos un síntoma como tal, la osteoporosis no duele, la osteoporosis como la habíamos definido previamente es un hueso más fragil que ha perdido su fortaleza o que ha perdido su entreramado de conexiones dentro del hueso y hace un hueso más débil con más facilidad a fracturas. Cuál va a ser el síntoma principal o la consecuencia principal de la osteoporosis: la fractura, y de estas fracturas las más comunes son las vertebrales, de nuestra columna vertebral. El síntoma generalmente viene cuando el paciente va perdiendo altura por estas fracturas vertebrales o va teniendo síntomas compresivos, ese es el más común. También puede presentarse como una fractura de cadera por un traumatismo leve, una fractura de muñeca, cuando no detectamos la osteoporosis a tiempo lo que vemos como el síntoma es la consecuencia que será la fractura, las más comunes: vertebrales, y de las no vertebrales: cadera y muñeca".

El especialista señaló que en México hay pocos estudios del padecimiento, pero las cifras refieren que existen alrededor de 10 millones de personas en el país con algún grado de osteoporosis y una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres de 50 años o más tendrá una fractura por fragilidad ósea en algún momento de su vida.

Uno de los principales obstáculos para su tratamiento es el subdiagnóstico, que impide implementar los tratamientos disponibles para esta enfermedad que se caracteriza por la pérdida de masa ósea de los huesos y que predispone a sufrir fracturas.