Manifestantes reactivan sus protestas en Irak y exigen respuestas
Un manifestante antigubernamental hace el signo de la victoria frente a una barricada de neumáticos ardiendo en el lugar de unos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, el 20 de enero de 2020 en la ciudad de Basora, al sur de Irak. Créditos: AFP




Bagdad, Irak.

Centenares de manifestantes antigubernamentales se enfrentaron este lunes a las fuerzas de seguridad iraquíes y bloquearon las calles de Bagdad, determinados a presionar a las autoridades que tenían de plazo hasta este lunes para aportar respuestas a las reivindicaciones del movimiento de protesta.

Este movimiento, que exige desde principios de octubre una renovación del sistema político, quedó eclipsado en las últimas semanas por las fuertes tensiones entre Irán y Estados Unidos, los dos principales proveedores de Bagdad.

Para evitar que las movilizaciones perdieran impulso, los manifestantes dirigieron el lunes pasado un ultimátum de una semana al gobierno para que respondiera a sus demandas.

Entre éstas figuran un llamado a elecciones anticipadas, una reforma de la ley electoral, la designación de un primer ministro independiente, y el fin de la corrupción, que se ha tragado en 16 años el equivalente de dos veces el PIB de Irak.

También piden el fin del sistema político de repartición de cargos políticos en función de las etnias y confesiones.

Desde el domingo, en víspera de que se cumpliera el plazo, jóvenes manifestantes en Bagdad y el sur de Irak empezaron a bloquear carreteras y puentes con neumáticos incendiados

Un manifestante herido en las protestas antigubernamentales es evacuado por otros en un motocarro el 20 de enero de 2020 en la ciudad de Basora, al sur de Irak. Créditos: AFP

Este lunes reactivaron su acción en la capital, aunque las fuerzas de seguridad actuaron rápidamente, y el ejército confirmó la detención de nueve personas, y la reapertura de la principal arteria de la ciudad, la segunda más poblada del mundo árabe, con 9 millones de habitantes.

- Tropas de EEUU -

Además de la plaza Tahrir, centro de las manifestaciones, las movilizaciones se desplazaron asimismo a la plaza Tayaran, donde hubo también enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y lanzamiento de gases lacrimógenos.

Jóvenes iraquíes, enmascarados y portando cascos, erigieron barricadas metálicas para rechazar a la policía antidisturbios. Los enfrentamientos dejaron una veintena de heridos, algunos por bala, según fuentes médicas.

Desde octubre pasado, unas 460 personas han perdido la vida en violencias generalmente vinculadas con la represión de los manifestantes, y 25 mil han resultado heridas, según un recuento de la AFP.

Pero los manifestantes temieron que su movilización fuera eclipsada por las tensiones entre Teherán y Washington.

Un manifestante antigubernamental con máscara antigás corre durante unos enfrentamientos con fuerzas de seguridad iraquíes el 20 de enero de 2020 en la plaza Tayaran, en el centro de Bagdad. Créditos: AFP

Un bombardeo desde un dron estadounidense en el aeropuerto de Bagdad el 3 de enero acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani, y generó una réplica con disparos de misiles iraníes contra una base iraquí que albergaba a militares estadounidenses.

Las personalidades políticas iraquíes han multiplicado desde entonces sus llamados en favor de que salgan del país las fuerzas extranjeras, entre ellas 5 mil 200 soldados estadounidenses.

Los manifestantes temen asimismo que otras manifestaciones, como la organizada el viernes por el líder chiita Moqtada Sadr para exigir la salida de las tropas de Estados Unidos, puedan relegar a segundo plano su movimiento de protesta.

Este movimiento surgió por primera vez en octubre debido a las corrupción, la mala calidad de los servicios públicos, pero luego se extendió a la exigencia de renovar totalmente la estructura del poder.

Los manifestantes, que rechazan cualquier influencia extranjera, lograron una victoria en diciembre con la dimisión del primer ministro Adel Abdel Mahdi. Pero éste sigue dirigiendo el país, ya que los partidos políticos no han conseguido hasta ahora ponerse de acuerdo sobre su sucesor.