Madre de hermanos Camarena, desaparecidos en 2019, denuncia que Fiscalía dejó de buscar a policías prófugos
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Guadalajara, Jalisco.

“No porque pase el tiempo me voy a olvidar de mis hijos”, comparte Guadalupe Camarena, madre de Oswaldo Javier, Tonatiuh, José de Jesús y Ernesto, desaparecidos en diciembre de 2019 por cinco ex policías de Ocotlán, Jalisco.

Actualmente dos ex servidores públicos se encuentran detenidos desde el pasado 13 de abril de 2022, pero no han querido hablar sobre el paradero de los Camarena. El pasado 10 de mayo durante la audiencia celebrada se determinó su responsabilidad. Ahora sólo queda el juicio final, comentó Ruben Darío Silva Morales, abogado de la familia.

“No será una sola audiencia. Se va a desarrollar en varios momentos sobre todo por la agenda del juzgado. Va a hacer otra etapa que va a ser valorada por otros juzgados que van a valorar todas estas pruebas, el grado de responsabilidad y la pena. El código penal marca una máxima de 60 y una mínima de 40 años por el delito de desaparición”.

La desaparición de los hermanos Camarena ilustra en todas sus fases lo que significa una desaparición forzada, primero por el involucramiento de los cinco policías, pero también por la negación de las autoridades en reconocerlo y por ocultamiento de la información.

La familia solicitó las órdenes de aprehensión desde el 2 de febrero de 2020, pero fue después de un año que la Fiscalía las emitió y porque Naciones Unidas tomó el caso el 6 de enero del 2021. A la fecha la fiscalía sigue sin buscar a los prófugos, denuncia Guadalupe Camarena.

“Hay tres prófugos y apenas se van a trabajar las órdenes de aprehensión que tienen desde que mis hijos desaparecieron y apenas se van a trabajar, Eso no es justo. Necesito que avancen lo antes posible porque más de alguno tiene que decir dónde dejaron a mis hijos, qué pasó. Más de uno tiene que hablar, tengo esa esperanza”.

La desaparición forzada también implica que deja a las víctimas sin protección.

“No nos quiere atender, no nos da avances están igual. Quiere que nosotros le digamos todo y sale uno llorando. Yo como madre estoy desesperada no porque pase el tiempo me voy a olvidar de mis hijos. Eso nunca. Estoy buscando en campo y en vida. Toda mi familia nos hemos convertido en buscadores. Ya no tenemos vida”.

Aunque la familia de la señora Guadalupe cuenta con mecanismo de protección por parte del Estado no se siente segura. A inicios de este año personas la amenazaron mientras ella caminaba por la calle con su hija. La vigilaban a través de un dron.


María Ramírez Blanco