Guadalajara, Jalisco.

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador es una noción de populismo de izquierda que, de manera errónea, busca separar a la sociedad en dos: el pueblo y la “mafia del poder”, concluyó el analista político, Jesús Silva Herzog, en el programa "Conversaciones con Mauricio Merino" transmitido en Canal 44 de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

El miembro de la Academia Mexicana de la Lengua consideró que el éxito del Presidente se basa en que no existen mecanismos de pluralismo eficaces.

“La ambición del discurso populista, sea de derecha como el de (Donald) Trump, sea de izquierda como el que pretende ser el de López Obrador, tiene esta idea de la dicotomía social; yo creo que es falsa, pero logra tener éxito cuando no encontramos nosotros estos mecanismos de pluralismo eficaz, que haya un sistema, yo creo podemos llamarle ‘vascular’ de la democracia liberal, donde fluya la energía diversa de las regiones, de los intereses de los distintos grupos, y que encuentren en el régimen político atención, escucha y respuesta”.

En el programa de entrevista y análisis, conducido por el director del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el politólogo planteó como una contradicción del actual Gobierno federal la “exclusión del pueblo por el propio pueblo”, y criticó su afán de colonizar todos los espacios de la vida pública y de querer imponer una sola visión hasta en la forma de alcanzar la felicidad.

“Lo que nos dice el populismo es que hay parte del pueblo que son más pueblo que otros. Es más, dentro del pueblo hay sectores que son el ‘antipueblo’, y hay un proceso de exclusión en nombre del pueblo autentico, profundo (...) En términos de que se nos diga, desde Palacio Nacional, cuál es la verdad y cuál es la mentira, que se nos diga cuál es la lectura de la historia que debemos aceptar como válida”.

Ante estos intentos, Jesús Silva Herzog consideró que la ciudadanía debe resistir “tercamente”.

“Creo que hay amenazas que vienen de la nueva mayoría, pero también tienen que ver con esta incapacidad de las oposiciones de darse cuenta del suelo que pisan. Sin oposiciones, no hay democracia".

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