López Obrador afirma que EEUU quedó satisfecho tras reunión sobre energía
Fotografía: EFE/ José Méndez.




Ciudad de México, México.

Andrés Manuel López Obrador, afirmó que "quedó satisfecho" el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, tras

la reunión del jueves en la que abordaron la polémica reforma energética de México.

“Ayer estuvimos con el señor Kerry, el embajador de Estados Unidos en México (Ken Salazar), con empresarios, y se les explicó el porqué de esta iniciativa, y al parecer se sintieron atendidos y satisfechos", aseguró el mandatario en su conferencia diaria en el Palacio Nacional.

López Obrador hizo estas declaraciones tras reunión de cinco horas este jueves en la que expuso a Kerry su reforma eléctrica, que limitaría al 46 % la participación privada en el sector para priorizar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa del Estado.

Tras el encuentro, Kerry declaró a medios que México se comprometió a proteger las energías limpias y respetar contratos hechos dentro de la reforma, que tal como está planteada ahora amenaza con violar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“Sí se habló del tratado porque se dice que nosotros no estamos cumpliendo con el tratado por este tema", reconoció ahora López Obrador.

Pero el presidente dijo que argumentó ante los estadounidenses que su equipo negociador protegió la soberanía del petróleo en el T-MEC, que no hay nada que implique que México está incumpliendo en el sector eléctrico y que su Gobierno no puede "suscribir nada que signifique corrupción".

También reafirmó que la "reforma se queda como está", y negó que hubiese aceptado que Estados Unidos crease un grupo para vigilar la reforma eléctrica.

“Hay cosas que tienen que ver con los principios, y hay un principio básico, que es el de la defensa de nuestra soberanía”, argumentó.

La iniciativa, que ahora se discute en el Congreso, también causa polémica en Estados Unidos porque da prioridad a las plantas de la CFE sobre las renovables de privados, revisaría contratos previos y eliminaría los reguladores autónomos.