Guadalajara, Jalisco.

Su flujo es constante desde hace más de 60 años. Así recuerdan los vecinos de la colonia Fábrica de Atemajac este afluente de agua que todos conocen como el “Chorrito”, y que ha brindado vida a la comunidad.

Vecinos de la zona, como Roberto Martínez, quien vive a un costado de este afluente, hace un llamado a las autoridades para que sea aprovechado en beneficio de la gente, ante la escasez de agua que padecen miles de habitantes en esta época en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

“Que estamos bendecidos por Dios y estamos millonarios, porque donde hay agua hay todo: hay vida. Y yo les diría a todos los niveles: federal, estatal y municipal, que hagan algo con esto, un beneficio no personal sino comunal para la sociedad. Aquí hay bastante agua, no digo para medio Guadalajara, pero si hay para subsanar ciertas zona de la ciudad que se está agotando”.

Lamentablemente, el desperdicio ha sido mucho mayor, ya que el líquido va a parar al drenaje sin que sea utilizado de manera regular.

En décadas anteriores, este afluente ofrecía un panorama distinto al que se vive ahora, según relata Roberto Martínez.

“Sabes que había río precisamente donde sale la compuerta, por ahí pasaba. Venía gente a bañarse, venía gente a lavar, venía gente a llevar su agua, una cosa bonita, aquí hacían día de campo, qué bonito, qué maravilla”.

Además del poco o nulo aprovechamiento de este afluente, que va a parar a las vías de la Línea 1 del Tren Ligero, el lugar hoy luce descuidado y vandalizado ante la poca seguridad policial de la zona.

“El Gobierno, bien gracias. La ciudadanía también bien gracias, le echamos la culpa al Gobierno y el Gobierno nos echa la culpa a nosotros. Aquí hay muchos marihuanos, les llamamos a la Policía y nos dice el comandante que tienen derechos humanos. Yo pago impuestos”.

“El Chorrito” muestra la paradoja que vive la Zona Metropolitana de Guadalajara, ya que mientras miles de ciudadanos no tienen agua, este nacimiento ofrece la suya sin que sea valorada.