Presentan el libro El Santuario Rupestre de los Altos de Jalisco




Por Tatiana Sánchez

El pasado lunes se llevó a cabo la presentación del libro El Santuario Rupestre de los Altos de Jalisco, a cargo de los arqueólogos del Colegio de Michoacán Rodrigo Esparza López y Francisco Manuel Rodríguez Mota, así como de Eric Orlando Cach Avendeño, maestro inscrito departamento de Humanidades del Centro Universitario de los Lagos y de Hugo Reyes García, director de Cultura.

El primero en hablar sobre el libro y la investigación arqueológica en la zona de los Altos de Jalisco, fue el director de Cultura, quien lamentó que sean pocos los proyectos de esta índole los que llegan a los presupuestos públicos, sobre en Jalisco, por lo que alentó a los autores a continuar su trabajo.

Participación de la comunidad en los trabajos arqueológicos

Luego llegó el turno del arqueólogo Rodrigo Esparza López, quien subrayó la importancia que tuvo la participación comunitaria en el proyecto de investigación en el municipio de Jesús María, pues según sus palabras no se pueden aislar los sitios arqueológicos de su entorno:

No podemos aislar los sitios arqueológicos de su entorno, del medio ambiente y menos en circunstancias como en la presa, la gente empezó a ver que este lugar era un lugar que en su cotidianidad, digamos, tenía un interés mutuo y una cuestión que a veces entre juegos y demás que pasaban por un petrograbado y otro, hacían esto como algo ya cotidiano, entonces ahí es donde vimos una brecha de inspiración para ver cómo también un sitio sin tener que estar abierto al público, sin tener que tener los permisos de abierto por el INAH se podía conservar por si solo a través de la misma comunidad”.

El proyecto dio inicio en el año de 2012. Desde entonces y hasta la fecha, han encontrado 914 petroglifos, entre los que destacan 16 marcadores solares, lo que hace suponer a los arqueólogos la posibilidad de que los Altos de Jalisco haya sido una región importante en el año 400, conocido como el periodo clásico.

Por su parte, Eric Cach habló un poco sobre el sitio ubicado en la Presa de la Luz y los marcadores solares:

“Es un sitio sumamente interesante porque concentra en mayor número de glifos conocidos como peck cross, que son glifos que se dice pueden ser representativos de una elite teotihuacana que se expande por todo Mesoamérica o que son marcadores arco-astronómicos o que probablemente sirven para señalar rumbos o eventos del pasado y resulta muy interesante encontrarse esto en los Altos de Jalisco porque problematiza mucho la visión que nosotros tenemos, la problematiza desde el sentido académico sobre el pasado prehispánico”.

El arqueólogo también comentó que este libro es el resultado de un proyecto modelo que viene a llenar muchos de los huecos que tiene la región en cuestión de trabajos arqueológicos, en especial de arte rupestre.

Trabajo realizado con apoyos institucionales

Por otro lado, Rodrigo Esparza señaló que éste se realizó gracias a los apoyos de diversas instituciones como la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), que junto al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han implementado programas de trabajo temporal con los que habitantes del municipio de Jesús María ayudan con la investigación y a su vez reciben un apoyo económico. Otros patrocinadores han sido el Ayuntamiento de Jesús María, una empresa tequilera instalada en el municipio, así como una universidad japonesa, que les ha provisto de material tecnológico para el proyecto.

Cabe resaltar que aunque con anterioridad ha habido proyectos de arqueología en los Altos de Jalisco, son pocos los que llegan a convertirse en libros. Los arqueólogos aseguran que continuarán trabajando en el territorio jalisciense, pues aseguran que la zona de los Altos de Jalisco cuenta con un sinfín de vestigios arqueológicos en espera de ser encontrados.