En peligro vidas y patrimonio ante una autoridad indiferente




Por Gabriela Arreola

Jardines de las Ceibas es un fraccionamiento de nueva creación ubicado en la periferia de la mancha urbana de Lagos de Moreno, por la parte norte. Allí los vecinos tienen años sufriendo la carencia de los servicios públicos más básicos para llevar una vida digna. Desde hace unos días, habitantes del asentamiento han hecho un reporte en algunos grupos de WhatsApp, a través del que han dado a conocer que un canal deja salir todo el tiempo aguas pestilentes hacia las calles, y, sobre todo, que en el temporal de lluvias suele desbordarse, inundando las áreas públicas y también las casas, haciendo peligrar sus vidas y sus pertenencias.

El agua que corre por el canal es utilizada por un particular para regar una parcela; para tal efecto la persona cierra una compuerta, y esto ocasiona que el agua se concentre y se derrame en dirección a los hogares. Situación que se repite constantemente a lo largo del año, dejando escapar el líquido con mal olor.

Compuerta del canal que provoca inundaciones

Riesgo de inundación latente

Sin embargo, en el temporal de lluvias esta problemática se agrava, pues a causa de las compuertas y de las tormentas, el agua llega a un nivel tan alto que se introduce hasta los hogares.

Esto es lo que comparten algunos vecinos de Jardines de las Ceibas:

«Cada que llueve nos anudamos. El dueño de aquí (de la parcela a un lado de las casas) cada vez que está regando, el agua se viene para acá y huele muy feo».

«Sí existe ese problema grande, ahorita en tiempos de lluvia pues estamos en peligro».

«Sí se tira agua, sí se tira mucha, dicen que se inundaba, que tenían que abrirle ahí».

«Cada temporada de lluvia, ese canal de arriba tienen unas fracturas y cuando sueltan el agua para regar, ha llegado hasta acá. A los vecinos de más abajo les llegó como a la cintura el agua el día que se inundó. Más adelante hay unas compuertas y en ocasiones las cierran para que se desvíe el agua, pero sí ha ocasionado problemas porque sí, ya de repente se desborda».

Un gobierno indiferente

El fraccionamiento cuenta con cerca de 800 casas habitación y alberga a 400 familias, aproximadamente. Muchas son las personas que han renunciado al crédito y han abandonado las casas debido a los deficientes servicios públicos y a causa del peligro de inundación.

Quienes aún habitan en el fraccionamiento, señalan que el canal libera agua con muy mal olor, sobre todo en tiempos de lluvia.

«No, es que huele muy feo el agua, se abre el canal y toda el agua se viene para acá, y nos inundamos todo acá, son como aguas negras».

«Sí, huele mucho, como a caño, cada año ya en estos tiempos pasa».

«Pues es que cada año, como yo creo tiene algunas hendiduras (el canal), por ahí se sale el agua, entonces ahorita en el tiempo de calor huele muy feo toda la calle porque toda el agua escurre para acá, para las casas, y es una pestilencia que no se aguanta».

«Cada vez que riegan se viene toda el agua sucia del canal para abajo, aparte cuando llueve, también acá abajo se nos viene toda el agua para arriba. Esa vez le marcaron a los de Protección Civil, vinieron, pero nada más nos dijeron “sálganse de las casas”, ¿cree que se va a salir uno, a dónde nos vamos?».

«Cuando el Güero Márquez iba a entrar de presidente, él nos dijo que nos iba a arreglar y no nos arregló nada».

Las personas han solicitado ayuda al Ayuntamiento en repetidas ocasiones, pero éste se ha negado en todo momento a intervenir en la zona alegando que el fraccionamiento no se encuentra recepcionado. Sin embargo, fue la misma autoridad la que permitió a la constructora Bali, la edificación del asentamiento. Los habitantes dicen que lo único que piden es tener un patrimonio a salvo y en buenas condiciones, y dejar de peligrar a causa de las lluvias.