Tres jubiladas del IPEJAL tienen pensiones menores a 10 mil pesos, a diferencia de los políticos
Fotografía: Medios de comunicación




Guadalajara, Jalisco.

Gloria, Olivia y Aída Leticia son tres jubiladas que trabajaron para el Gobierno de Jalisco. Ninguna de ellas laboró en la política y no gozan de pensiones de lujo. Dos de ellas trabajaron en el Archivo Histórico y una más fue niñera en planteles de preescolar de la Secretaría de Educación.

Las pensiones que ellas reciben del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal) cada mes son de 7 mil 500, 9 mil 900 y 9 mil 600 pesos, respectivamente, y hoy después de trabajar por 30 años o más, viven únicamente de su jubilación.

Gloria recibe una pensión de 7 mil 500 pesos. Hace poco tuvo covid-19 y estuvo 10 días en terapia intensiva en el Hospital Civil. Gracias al apoyo de sus hijos pudo comprar las medicinas que requirió y le parece injusto que existan políticos que tengan pensiones superiores a los 100 mil pesos mensuales. Ella laboró 32 años y medio como niñera en centros de preescolar del estado.

“Fíjese. Qué bueno ellos que tienen tanta lana, pero uno, que está acá de pobre. Con lo poquito que le dan a uno, durante tantos años, pero bueno, ¿qué hace uno? Pensiones del Estado es el que debería de ver todo esto, pero…aumentos, pues casi no nos dan. El año pasado nos dieron como 100 o 200 pesos de aumento. Es una burla ¿verdad?”, se quejó.

Por su parte, Olivia Ortiz Cano, estudió la licenciatura en historia y trabajó como catalogadora en el Archivo Histórico del Estado. Estuvo en activo 31 años y antes laboró en la Secretaría de Cultura. Recién se jubiló el mes pasado y su pensión mensual es de 9 mil 933.

Para Olivia, las pensiones en el Ipejal deben tener un tope y así no permitir abusos con jubilaciones de más de 100 mil pesos para ex diputados, ex magistrados o ex alcaldes, algunos de los cuales reciben esas pensiones y siguen trabajando en otro cargo.

"La verdad se me hace muy injusto que haya esos funcionarios que ganen tanto dinero, mientras otras que trabajamos muchos años -más de 30 en mi caso- que reciba nada más ese sueldo. Se me hace injusto eso que reciba poco menos de 10 mil pesos, que es muy poco para un mes”, expresó.

El caso de Aída Leticia Valencia, psicóloga de profesión y quien se jubiló hace un par de años, tras laborar 26, es aún más complicado, ya que debió jubilarse antes de cumplir los 30 años de servicio, por una enfermedad que la mantiene en silla de ruedas.

Aída Leticia laboró como analista en el Archivo Histórico de Jalisco y explicó que mientras hay políticos que trabajaron 15 o 20 años y aún así los jubilaron, a ella solo de la dan 80 % de la pensión.

Su pensión es de 9 mil 600 pesos mensuales, de ella depende económicamente una hija que se quedó sin empleo y de la pensión tiene que pagar renta.

“No, no, sobrevivo. Aparte del préstamo que tengo en pensiones, luego tengo que andar pidiendo préstamos acá por fuera, porque aparte debo de pagar renta. Imagínese, de 5 mil 600 pesos quítele 2 mil 200 de renta. Lo que me queda para la mensualidad para los gastos de alimentación, servicios y a veces medicinas, porque estoy afiliada al Seguro Social, pero a veces no hay los medicamentos”, refirió.

Las jubiladas del Ipejal expresaron que debe ponerse un alto a las “pensiones doradas” y autorizar incrementos dignos, no aumentos marginales de 200 o 300 pesos cada año.

Plantean que las pensiones de ex funcionarios de primer nivel tengan un tope de 50 % del sueldo con el que se retiran, para evitar abusos.


Ignacio Pérez Vega