José Prisciliano cumple 57 años de lucha por el despojo de sus tierras
Fotografía - Georgina García Solís




Guadalajara, Jalisco.

Pasan los años, cambian de partido los gobiernos y José Prisciliano Jarero sigue sin recibir el pago justo por las tierras de las que fue despojado para la construcción del Aeropuerto de Guadalajara.

"Quejas y quejas. Dese cuenta. Aquí la cantidad, y todavía ahí, cajas. Todo eso, sobre todo los últimos años, quejas y quejas a la autoridad municipal y son inútiles. Están apostando a lo que dice mi hijo: que están esperando a que me muera y la verdad si estoy yo de salud bastante mal".

Al igual que el Ejido El Zapote, Jarero tiene 57 años de lucha.

A lo largo de este tiempo ha reclamado que le liquiden el 70% de la extensión territorial que alberga la plataforma del aeropuerto, de un valor superior a los mil millones de pesos, más 18 mil metros cuadrados de las pistas, otros 20 mil metros cuadrados que se “comió” el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) al recorrer la barda perimetral, y seis mil metros cuadrados que aparecieron con un letrero que dice “propiedad del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco”.

Aparte, una franja utilizada como desagüe de aguas negras, sin su consentimiento ni pago, por parte del Ayuntamiento de Tlajomulco.

José Prisciliano Jarero aseguró que se siente "terriblemente cansado".

"En lo de Pensiones fuimos a la Justicia Alternativa. No se quisieron presentar. Regresé yo, pregunté cuándo la otra (cita), me dijeron que no habían querido y no podían obligarlos".

En su oficina, instalada en un pequeño departamento, ya no hay espacio por la acumulación de tantas cajas llenas de documentos, expedientes y recursos legales promovidos en busca de la justicia que no llega.

José Prisciliano Jarero dedicó su vida y todo su dinero a esta batalla legal. En el último año tuvo que liquidar a su asistente por no tener cómo pagarle.

"Lo más cercano fue la promesa del presidente López Obrador en una visita que hizo hace un año y recibió una carpeta informativa. A los pocos días me contestaron que ya había dado la orden al secretario de Comunicaciones y Transportes, cosa que ahí quedó porque al secretario lo cambiaron y ya no he tenido contacto".


Georgina Iliana García Solís