Jorge Gómez: el hombre de la letra bella que lucha contra la inmediatez del internet
Fotografía: María Ramírez Blanco.




Guadalajara, Jalisco.

Jorge Enrique Gómez Gonzaléz es un atalaya del arte de escribir con letra bella; es decir, de la caligrafía, aquella que resalta el lado artístico o estético de las mismas, frente a las escrituras cotidianas que persiguen un fin práctico de comunicación.

El calígrafo asegura que la escritura ayuda a los seres humanos a regresar a cualquier parte de la historia. A la fecha hay letras del siglo III, XV, XVIII que siguen vigentes y se utilizan; es un factor de identidad cultural que toca fibras delicadas de los seres humanos, lo describe como letra viva al transformarse en textos, cartas o poemas.

Desde hace cuatro años, Jorge Enrique investiga e imparte talleres en Guadalajara para incentivar su uso. Actualmente, busca mezclar la caligrafía con otras expresiones artísticas.

“La letra se puede quedar en un escritorio y la puedes ver tú nada más; sin embargo, lo interesante es cómo puedes mezclar diferentes actividades y el resultado estético que puedes lograr, llámese pintura, música, arquitectura, escultura, lo que quieras, la letra entra con cualquier actividad; lo interesante y el reto es cómo se puede mezclar”.

Con la llegada del internet y el uso de la tecnología, las personas se han desinteresado por la escritura, al resultar más fácil mandar un mensaje de voz o texto.

Sin embargo, Jorge Gómez puntualiza que la caligrafía no sólo resalta la belleza de la escritura, sino que profundiza en el acto mismo de escribir, en la conexión del ser humano con su entorno, también lo cataloga como un acto de resistencia a la idea de la rapidez, ya que escribir requiere de tiempo; es decir: parar.

Todo proceso en la caligrafía es un arte, aseguró Jorge, desde la creación de los maguillos, herramienta que se utiliza para escribir y que sustituyó a las antecesoras como la pluma de ave y el cálamo, hasta la creación de las tintas ferrogálicas que requiere de un proceso artesanal que viene de Europa y que ha perdurado desde el siglo V.


María Ramírez Blanco