Guadalajara, Jalisco.

Sólo en lo que va de 2023, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) ha decretado 17 alertas atmosféricas y dos emergencias ambientales, derivadas de incendios en predios, zonas forestales y uno en una fábrica.

De acuerdo con la dependencia estatal, los episodios más complicados del año ocurrieron el 23 de febrero en los límites de Tala y Tlajomulco, y el 30 de marzo en Tala. Ambos eventos ubicados muy cerca de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

En estos momentos hay cientos de brigadistas tratando de sofocar el fuego que se desató esta semana en los límites de Acatlán de Juárez y Atemajac de Brizuela, en un evento cuya estela de humo impactó en millones de habitantes de Guadalajara.

Sin embargo, la información más reciente de la Semadet revela que hay cinco alertas activas. Y en los últimos siete días se han decretado ocho, las cuales han impactado en los municipios de Atemajac de Brizuela, Tapalpa, Techaluta, Amacueca, Zapopan, Concepción de Buenos Aires, La Manzanilla de la Paz, Chiquilistlán, Zacoalco de Torres, Acatlán de Juárez, Cabo Corrientes, Talpa de Allende, Cuautitlán de García Barragán y Casimiro Castillo.

Es decir, 14 municipios en sólo una semana.

Pero eso no es lo peor. La Comisión Nacional Forestal (Conafor) reporta que 20% de la superficie forestal total que ha resultado quemada en México entre el 1 de enero y el 27 de abril (el dato estadístico más reciente hasta el momento) está registrada en nuestro Estado.

Con 23 mil 311 hectáreas de terreno forestal dañado en 461 eventos, Jalisco se ubica en la primera posición nacional en este sentido. Y aunque la mayor parte de los daños se concentran en hojarasca y arbustos, los estragos de esta afectación se notan en el color del cielo que hemos visto constantemente durante esta “temporada de incendios” en la segunda ciudad más importante del país.