Guadalajara, Jalisco.

Luego de visitar uno a uno los principales edificios históricos que resultaron con daños a raíz de la construcción del túnel de la Línea 3 del Tren Ligero, el procurador de Desarrollo Urbano, Carlos Romero Sánchez, informó que en dos meses emitirá un reporte técnico sobre las afectaciones que tiene cada iglesia y cada finca.

En el recorrido por el Santuario de Guadalupe, el templo de San José, la Casa de los Perros, la Catedral de Guadalajara, el Sagrario Metropolitano y el Edificio Plaza, participaron el cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, Tomás de Híjar; la directora de Adopta una Obra de Arte, María Irma Iturbide; la titular del Capítulo Guadalajara de la Academia Nacional de Arquitectura, Lilliane Ponce, y la presidenta de la agrupación Amigos del Paseo Alcalde, Martha Elena Vallejo Macías.

“Esperamos que sea en los próximos dos meses, pero esto, como es muy amplio, se trata precisamente que no sea una mesa exclusivamente técnica, sino que trascienda a una mesa social, donde las organizaciones de la sociedad civil están participando. Están interesadas, están aportando y estamos analizando en conjunto con la Academia de Arquitectura, con las universidades, con los colegios y con las instituciones de Gobierno, los pasos que habrá que dar”, precisó Carlos Romero, procurador de desarrollo urbano.

Hasta el momento, la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur) no tiene formalmente alguna queja por los daños en las fincas del Paseo Alcalde.

En la visita a la Catedral, el edificio más antiguo y emblema de Guadalajara construido entre los años 1571 y 1618, el cronista Tomás de Híjar destacó que es urgente realizar un dictamen técnico sobre el daño que existe en el edificio, sobre todo en la capilla que se sitúa justo debajo de la torre Sur de la Catedral, la cual presenta grietas y está clausurada. Además, en la torre Norte hay una inclinación de siete centímetros.

“Van a ver ustedes tanto las grietas como los andamios que se han colocado, de forma provisional, para evitar daños más graves, o al menos tener los registros de los mismos. Pero es hora que no tenemos un dictamen en el que sepamos cuál es el estado del inmueble y cuáles son los riesgos de que se siga usando mientras no tengamos ese dictamen y no podamos prever lo que ocurriría en el caso de un movimiento telúrico”, advirtió.

En el templo de San José, situado en Alcalde y Reforma, la cúpula presenta una gran grieta y la obra de la Línea 3 del Tren Ligero afectó el drenaje, lo que provoca que el agua se regrese a la Casa Social cuando hay una lluvia fuerte, refirió Ignacio Mora Ruvalcaba, integrante de la Congregación Mariana.

“Los drenajes del templo están por los suelos, los bajantes deben tener muchísimas filtraciones. Como son históricos son de barro y, con la vibración, ese barro se afloja. En una ocasión, cuando iban a colar las banquetas, no habían conectado los bajantes. Yo abordé al encargado de las obras y me dijo que ellos venían únicamente a ‘tirar’ banquetas. Yo le dije: ‘pues no te voy a dejar tirar la banqueta si no me conectas los bajantes que no estaban conectados, y ya procedieron a conectarlos”, precisó.

A la Casa de los Perros, una finca con 120 años de antigüedad y que alberga al Museo del Periodismo, no se pudo entrar, pero desde afuera se explicaron algunos de los daños que tiene esa finca patrimonial y que la mantienen cerrada.

Al recorrido no acudió la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alicia García Vázquez, quien estaba convocada por la Prodeur.

En total, la dependencia documentó daños en 19 fincas patrimoniales, pero se tiene el dato de que hay alrededor de 40 casas particulares dañadas, según confirmó la asociación civil Amigos del Paseo Alcalde.