El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estuvo en Jamaica menos de 24 horas, visitó la antigua casa del astro local Bob Marley y fue consultado por un rastafari sobre la legalización de la marihuana.

En un evento en el ayuntamiento de Kingston, el participante Miguel Williams -vistiendo un brazalete con la insignia "Rasta4life"- abordó al mandatario estadounidense sobre si se convertiría en el campeón de la marihuana.

"Le agradezco, le saludo, señor Presidente", dijo Williams, "que la vida lo bendiga a usted y a su familia".

"Mi nombre es Miguel Williams pero puedes llamarme "steppa", es suficiente, hombre". 

Sin inmutarse por las risas de la audiencia, Williams avanzó en la defensa de la legalización y despenalización de la industria del cáñamo y la marihuana.

La fe rastafari incluye el uso espiritual del cannabis.

"¿Como iba a anticipar esta pregunta?, respondió bromeando Obama. "Bien", dijo añadiendo un suspiro.

"Está el tema de la legalización de la marihuana, está el tema de la despenalización y el manejo de los encarcelamientos, que en algunos casos ha devastado comunidades como consecuencia de delitos no violentos relacionados con las drogas", dijo Obama.

"Creo firmemente que el camino que hemos tomado en Estados Unidos en la llamada 'guerra contra las drogas' ha puesto demasiado énfasis en la represión y el encarcelamiento y eso ha sido contraproducente", añadió ante algunos aplausos.  

Pero sobre la pregunta de si Estados Unidos debería, en palabras del músico del reggae Peter Tosh, "legalizarse", Obama fue más cauto. 

"No preveo que a corto plazo el Congreso vaya a cambiar la ley federal", agregó.