Washington, Estados Unidos.

Columbine: 15 muertos

Virginia Tech: 33 muertos

La escuela Sandy Hook: 26 muertos.

El club Pulse de Orlando: 50 muertos.

Ahora, la matanza de Las Vegas vuelve a colocar bajo los proyectores el debate sobre el control de armas en Estados Unidos.

Barack Obama, que durante su presidencia intentó endurecer la reglamentación, recordaba a las víctimas.

Hillary Clinton decía en su cuenta de Twitter que con el luto no basta y es imperativo plantar cara a la Asociación Nacional del Rifle.

El mensaje que llega desde la Casa Blanca es que “no es el momento”.

Sarah Huckabee, Portavoz de la Casa Blanca:

“ Para la señora Clinton es fácil criticar, pero debemos recordar que la única persona con sangre en sus manos es el pistolero. Ahora no es el momento de perseguir a personas u organizaciones”

Donald Trump, a diferencia de los apasionados alegatos de su predecesor, Barack Obama, ha desterrado cualquier mención al control de armas de la respuesta a los tiroteos masivos en Estados Unidos. Ahora el Congreso, planea incluso suavizar la legislación.

Gabrielle Giffords, la excongresista que sufrió graves heridas al ser disparada en 2011, denunciaba al lobby de las armas frente al capitolio junto a su marido.

Mark Kelly, Marido de Gabrielle Giffords:

“A pesar de violencia doméstica vinculada a las armas de fuego, que no tiene sentido; a pesar de la epidemia de suicidios que se podrían prevenir; a pesar del problema de niños que disparan a otros niños y a sus padres, la respuesta del Congreso ha sido nula, absolutamente nada. Cosa increíble, el Congreso trabaja actualmente en una legislación que suavizaría nuestras leyes sobre el uso de armas”

Gabrielle Giffords, Excongresista:

“La nación os necesita”, dirigiéndose al Capitolio.

Según cálculos del New York Times, desde 1970 la cifra de muertos en Estados Unidos por arma de fuego es superior a la de todos los estadounidenses muertos en todas las guerras en las que ha participado el país desde su independencia.