Informe ubica a Jalisco en posible red de explotación sexual infantil en escuelas
Fotografía: EFE/ Sáshenka Gutiérrez / Referencial




Guadalajara, Jalisco.

El informe "Es un secreto" de la Oficina para la Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODDI) develó una posible red de explotación sexual y pornografía infantil en escuelas públicas y privadas de siete estados de México al identificar patrones preocupantes, y entre ellos, se encuentra incluido Jalisco.

En este se identifican 37 casos con posibles coincidencias de estos patrones, pero se documentaron 18 de ellos y cinco corresponden a Jalisco, ocurridos durante los últimos 10 años.

Según la información de esta asociación obtenida a través de una búsqueda hemerográfica, solicitudes de transparencia y consulta en recomendaciones de derechos humanos, se trata de casos con violencia atípica y prácticas aberrantes. Los abusos se cometen en grupo, frente al salón o la escuela entera, se señala a directivos, docentes, intendentes o personas externas que entran a los planteles.

Las víctimas son menores de entre tres y siete años, las mismas señalan que las agresiones sexuales se cometen por múltiples adultos de manera conjunta, hay acciones de encubrimiento, los obligan a presenciar actos sexuales entre los adultos agresores, hay prácticas ritualistas, indicios de sedación para cometer estos abusos y comentan haber sido fotografiados.

En Jalisco, son cinco escuelas incluidas en el informe, con casos que ocurrieron en 2011, 2012, 2015, 2017 y 2018 en contra de hasta 37 menores. La mayoría en municipios metropolitanos como Zapopan y Tlaquepaque, así como en Lagos de Moreno y Chapala.

Tanto en los casos de Jalisco como en los de otros estados, se desconoce si hubo detenidos, si las investigaciones siguen en curso o si quedaron impunes.

La petición de esta asociación, que acompaña este tipo de casos por lo menos desde hace una década, es que se investigue esta posible red, pues se han percatado de la impunidad, las deficiencias en la investigación policial para estos casos y la falta de especialización para escuchar el testimonio de los menores.


Fatima Aguilar