INAI ordena al Gobierno de México informar sobre viajes de EPN y Calderón
En fotografía: Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón




Ciudad de México, México.

La Oficina de la Presidencia de México deberá informar sobre los viajes al extranjero de los expresidentes Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) cuando estaban en el cargo, ordenó este jueves el INAI.

"La ciudadanía tiene el legítimo derecho de conocer cómo se administran y se ejercen los recursos del erario, reconociendo el valor social que tiene la información pública", sostuvo en un comunicado el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

A demanda de un particular, el instituto ordenó al Gobierno desglosar el número de viajes, los costos, los motivos, las fechas, los países de visita, las ciudades de partida, las matrículas de las aeronaves y el número de personas a bordo.

Esta información deberá comprender los seis años completos de presidencia tanto de Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), como de Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El organismo, cuyas órdenes son vinculantes, estimó como "procedente" evitar dar la información de los nombres y datos del personal del Estado Mayor que acompañaba a los mandatarios, dado que son personas "responsables de la seguridad del Presidente".

En su comunicado, el INAI recordó que el Gobierno actual, de Andrés Manuel López Obrador, ha puesto en venta la flota aérea gubernamental para financiar la creación de una Guardia Nacional y programas sociales.

Desde que López Obrador asumió la Presidencia el pasado 1 de diciembre, no ha realizado ningún viaje al exterior del país, dado que su prioridad es la política interior, y siempre se desplaza dentro de México mediante aviones comerciales.

El lujoso avión presidencial de México partió el 3 de diciembre rumbo al hangar de Boeing en Victorville (California, Estados Unidos), donde permanece en venta.

El Boeing 787-8, de 57 metros de largo y 60 de ancho, fue adquirido en 2012 por Calderón, aunque no llegó a México hasta febrero de 2016, bajo la presidencia de Peña Nieto y entre críticas por su costo de 218,7 millones de dólares.