La Haya, Holanda.

Holanda anunció el viernes su decisión de hacer que Siria rinda cuentas por "violaciones flagrantes de derechos humanos" en virtud del derecho internacional, un caso que podría ser llevado ante la más alta jurisdicción de la ONU.

El gobierno holandés invoca la Convención de Naciones Unidas contra la tortura y acusa al régimen de Damasco de asesinato y uso de armas químicas contra su propio pueblo.

"Hay pruebas más que suficientes para demostrar que el régimen sirio es culpable de violaciones de derechos humanos a gran escala, especialmente de tortura", declaró el primer ministro holandés, Mark Rutte, durante su rueda de prensa semanal.

Damasco no ha reaccionado por el momento a estas acusaciones.

"Solo es posible una solución política duradera [en Siria] si se considera a los autores como responsables", añadió Rutte, que espera contar con el "apoyos de otros países".

Un intento previo de llevar la situación en Siria ante la Corte Penal Internacional (CPI) fue bloqueado por veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Holanda envió a Siria una "nota diplomática", en la que pide al régimen que acabe con los actos de "tortura" e inicie negociaciones entre ambos países.

"Si no se puede alcanzar ningún acuerdo sobre esta cuestión, Holanda llevará el caso ante un tribunal internacional", declaró el ministro holandés de Relaciones Exteriores, Stef Blok, en un comunicado.

El asunto podría acabar ante la más alta jurisdicción de la ONU, la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, que fue fundada en 1946 para juzgar las disputas entre los Estados miembros y las violaciones de los tratados de la ONU.