Guadalajara, Jalisco.

El aspecto incómodo del poder en cualquier comunidad, lo constituye el elemento que arroja dudas sobre la honorabilidad de sus miembros. Y ese es justamente el papel que ha jugado el crimen organizado, de forma creciente, en los destinos de la ciudad fundada hace casi 480 años. El periodista Diego Petersen destaca la imposibilidad de medir ese impacto en términos financieros, pero la presencia de los intereses de las bandas delictivas se respira en muchas partes de la ciudad. Y lamenta que el Estado haya declinado a su responsabilidad de hacerle frente.

"Sí creo que hay una gran influencia del crimen organizado; no es medible, ni tampoco creo que se el definitivo [...] si están obligados a cumplir la ley no lo están haciendo”.

Desde hace casi una década, el área metropolitana de Guadalajara es controlada por diversos lugartenientes de Nemesio Oceguera Cervantes, el Mencho, y sus operadores financieros, la familia González Valencia. Periódicamente se viven episodios de violencia interna para definir nuevos liderazgos, además de que los minoristas de drogas ejercen su propia cuota de violencia para garantizar el control territorial. No se pierda Territorio Reportaje de esta semana, nuestra serie a propósito de los 480 años de la ciudad.