Guadalajara, Jalisco.

Si el área metropolitana de Guadalajara, con los 3 mil 265 kilómetros cuadrados de sus nueve municipios, fuera un país, sería uno más rico que al menos 115 naciones del orbe, incluidas por separado, todas las economías de América Central; por hacer otras comparaciones, su tamaño económico es el doble que el de Bolivia, el triple que el de Armenia y cinco veces el de Haití.

Se trata de la tercer ciudad más rica de México y la número doce a nivel de América Latina por un producto interno bruto, que en 2018 fue de 54,800 millones de dólares (datos del portal https://economipedia.com/), lugar 112 entre las ciudades del mundo. Así, la urbe aporta 4.9 por ciento del PIB nacional, y tiene un PIB per capita de 10,400 dólares anuales, esto es, poco más de 17 mil pesos mensuales. En ese rubro, la ciudad desciende del lugar 3 del país al lugar 16, según el índice de ciudades elaborado por el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económica).

Pero la ciudad está lastrada de pobreza y desigualdad. Dice el Programa de Acción Climática Metropolitana, publicado en 2021: “La situación de pobreza no ha logrado ser resuelta, uno de cada cuatro habitantes de la metrópolis vive en condiciones de pobreza [...] en 2018 había 68,435 personas que fueron atendidas por carencias de acceso a la alimentación; en 2015, 42.6% de la población tenía carencia de servicios de salud y crédito a la vivienda por no contar con seguridad social. De forma preocupante, la desigualdad y exclusión son resaltadas, en particular de grupos sociales vulnerables y prioritarios para la metrópolis como indígenas, mujeres, población con discapacidad, niños, ancianos, transmigrantes, entre otros”.

Un desafío de enormes dimensiones, dice el director del observatorio ciudadano Jalisco cómo vamos, Augusto Chacón Benavides.

Guadalajara en su 480 aniversario, vea esta semana en Territorio Reportaje la segunda entrega de las élites y el poder.