Guadalajara, Ciudad de papel || Parte III
Imagen: Roberto Medina / UDGTV




Una ciudad con 40 nuevos puntos de inundación por año

Guadalajara, Jalisco.

En los últimos cuatro años, las inundaciones en el Área Metropolitana de Guadalajara incrementaron el riesgo para la población. Ya no son sólo pérdidas materiales como autos o electrodomésticos; ahora, las personas que salen a la calle a pie, en bicicleta, moto, automóvil e incluso en el transporte público, corren el riesgo de morir cuando una tormenta azota la ciudad.

De 2018 a la fecha, la metrópoli pasó de tener 350 puntos de riesgo por inundación a 500; es decir, año con año incrementaron casi 40 puntos, los cuales se localizan principalmente en las partes bajas de la ciudad, porque los desarrollos inmobiliarios han cubierto la tierra con cemento en las zonas más altas.

Algunos de estos puntos de riesgo con mayores niveles de inundación son:

· El Dean

· Avenida Patria

· Colonia Ferrocarril

· San Andrés

· Arroyo El Garabato

· Arroyo Seco

· Santa Anita

· Unión del Cuatro

El investigador del departamento de Geografía de la Universidad de Guadalajara, Luis Valdivia Ornelas, quien ha realizado una minuciosa investigación sobre el riesgo y vulnerabilidad de esta ciudad frente a las lluvias, abundó sobre el incremento en las zonas de inundación y lo que eso significa.

“De estos 150 puntos, tenemos alrededor de unos 20 a 30 que son nuevos, relativamente, a partir del 2017-2018, que corresponde principalmente a las partes bajas de las zonas de la sierra de la primavera: Santa Anita, Bugambilias, Primavera, El Arenal, El Cielo, Mariano Otero…”.

Actualmente, si una lluvia azota con fuerza a la ciudad, 60% de ésta queda inundada. Esto, a consecuencia de que en los últimos 10 años se ha urbanizado con una alta densidad, lo que modifica los valores de infiltración al subsuelo y genera más agua corriendo por las calles.

Ante esto, el experto refirió que existen tres factores que ocasionan que la metrópoli se inunde:

  • El crecimiento urbano desordenado.
  • La desaparición de los cauces naturales.
  • El rezago de casi 40 años en la infraestructura hidráulica.

Aunado a ello, la política pública de instalar colectores para encauzar el agua pluvial ha terminado su vida útil, pues cuando éstos quedan obsoletos comienzan a acumular agua sucia que se mezcla con la de lluvia.

“Curiosamente, los colectores en vez de captar y conducirla, como ya están trabajando sobre presión, están emitiendo el agua hacia la superficie y generan nuevos patrones de inundación, como en López Mateos, Avenida México, parte del agua que brota de las alcantarillas”.

El problema no es sencillo de resolver, pero sí es muy grave. Sólo en 2021, la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco contabilizó 11 personas fallecidas por causa del temporal, y en la primera gran tormenta del que ha iniciado ya se cuenta a una más.

De hecho, las inundaciones son el principal factor de riesgo que un fenómeno natural causa entre la población.

Y no es fortuito. La Guadalajara de las lluvias nos deja en claro que no se seguro salir a la calle cuando afuera luce así:

Con esta realidad como evidencia, queda claro que las promesas que se hicieron en el pasado para eliminar ese problema se quedaron sólo en eso…

Y mientras tanto, en cada tormenta que azota a la ciudad las autoridades reaccionan con placebos.

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Pero, ¿cuál es el origen de este problema en la ciudad? No se pierda la cuarta parte de este trabajo especial: Guadalajara, ciudad de papel.

Lee el especial completo en:

Guadalajara, Ciudad de papel

Redacción: Isaack de Loza y María Ramírez