Guadalajara, Jalisco.

El grafitti sigue apareciendo en las estaciones de la Línea 3 del Tren Ligero.

Además de la estación Río Nilo, sepuede observar grafiti en las estaciones Independencia, a la altura de la avenida Corona y, en Lázaro Cárdenas, a la altura del nodo Revolución.

Pese a que hay presencia de elementos de seguridad, llama la atención los grafiti que se localizan en los muros de la estación Independencia, dada su ubicación en la zona del centro histórico.

Son varias las pintas, la mayoría hecha con crayones o plumones.

En esa misma estación Independencia, el ingreso que se localiza junto a la calle Héroes y el templo de San Francisco, está cerrado al público, tiene bolsas de basura y los plafones aún no terminan de detallarse.

Otro punto a resaltar es que los depósitos de basura están rebasados y los desperdicios están sobre la banqueta, a unos metros de la estación Independencia.

Por la calle de Corona, entre Libertad y Leandro Valle, las terminales del transporte público lucen basura, agua estancada y maleza. Ese tema le corresponde atenderlo al Ayuntamiento de Guadalajara.

En la estación Lázaro Cárdenas, por la zona del nodo Revolución también hay grafiti, al igual que en el caso de la estación Río Nilo.

En el caso de la estación Santuario, las escaleras eléctricas del ingreso están sin operar y el elevador de la estación Independencia está aún en arreglos, por lo que tampoco está en servicio.

Los empleados que orientan a los usuarios siguen en actividad y dan información de cómo conducirse dentro de las instalaciones de la Línea 3. También está el personal de seguridad y el de limpieza. Algunos usuarios piden que se coloquen bancas para sentarse, como las hay en las líneas 1 y 2.

Por el momento, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) no ha informado sí hará trabajos de limpieza en las estaciones donde aparecieron las pintas con aerosol, con crayones o plumones. Tampoco ha dado detalles de cuántas escaleras eléctricas están fuera de servicio y si ese trabajo le corresponde atenderlo al contratista o a la propia empresa paraestatal.