Estero El Salado cumple 20 años como área protegida tras perder 50 % de manglar
Fotografía: Coordinación de Gestión del Territorio/ Archivo




Guadalajara, Jalisco. 

Dos décadas decretada como zona de conservación ecológica cumple este lunes el estero El Salado, un ecosistema en Puerto Vallarta que funge como interfaz del agua dulce que aporta el río Ameca y la salada que entra por la bahía, regulada y distribuida por una cobertura de 135 hectáreas de manglar.

Esta dualidad del agua, su ubicación geográfica y el clima dotan al estero El Salado de las condiciones óptimas para el desarrollo de 99 especies de aves locales y migratorias, 10 de mamíferos, 29 de anfibios y reptiles y 46 de plantas; cada una de ellas contribuye para mantener la salud del ecosistema, que a su vez, protege al ser humano.

Si bien estos 20 años de conservación han tenido momentos críticos, como el colapso de un colector cargado de aguas negras dentro del estero en 2019, y decisiones positivas como la ampliación de la zona protegida para pasar de 168 hectáreas a 208, el balance histórico de El Salado es negativo.

De acuerdo con el otrora Instituto de Información Territorial de Jalisco, el estero perdió casi la mitad de la superficie de manglar a mediados del siglo pasado debido a la construcción de la Marina Vallarta, pues se desmontaron 150 hectáreas de vegetación en 1958 para dar lugar a lo que hoy es un embarcadero y zona hotelera.

Pese a esta deforestación que no solo afecta a las especies silvestres sino también a los seres humanos que pierden los servicios protectores de este tipo de ecosistema, el estero sigue siendo hábitat, zona de reproducción, alimentación y descanso para cientos de especies silvestres como cocodrilo o peces de importancia económica, que a pesar de la presión urbana continúa siendo apto para el desarrollo de la vida.