Escuelas rurales enfrentan retroceso y deserción por contingencia sanitaria
Fotografía: Cortesía




Autlán de Navarro, Jalisco.

La nueva normalidad impuesta por el COVID-19 ha provocado un retroceso significativo en la educación en comunidades rurales, y ha aumentado el nivel de deserción escolar, pues los alumnos de estas comunidades enfrentan escenarios más complicados por las clases a distancia en comparación con aquellos de escuelas urbanas.

Así lo dio a conocer en sesión de trabajo de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco Capitulo Costa Sur, el consocio Francisco Barreto, quien es supervisor de zona del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

Francisco Barreto explicó que en las comunidades de la región 12 integrada por los municipios de Autlán de Navarro, El Grullo, El Limón, Tonaya, Tuxcacuesco, Juchitlan, Unión de Tvula, Tenamaxtlán, Atengo, Tecolotlán y Chiquilistlan, donde se imparte preescolar, primaria, secundaria y educación inicial, aproximadamente el 60 % de padres de familia no saben leer y escribir, además no cuentan con un celular, para conseguir conexión a internet. Maestros y alumnos tienen que caminar cuesta arriba hasta por dos horas para conectarse al servicio de internet, cargar el contenido y enviar evidencias de trabajo.

“Con la nueva normalidad no podemos estar en línea con los niños, para empezar la mayoría de los papás no saben leer y escribir, los papás no cuentan con un celular, los niños mucho menos, tampoco cuentan con televisión, muchos incluso no tienen electricidad”.

Para llevar la educación a estas comunidades los maestros del Conafe que viven a un máximo de tres horas de distancia de la comunidad, van a ésta los lunes y jueves a recoger y dejar nuevas actividades, el resto de días los dedican a revisar y evaluar cómo brindar asesoría a los alumnos en su próxima visita.

Otro escenario es cuando el profesor vive a más de tres horas de la comunidad, caso en el que acude a ésta los martes, recogen los trabajos, pasa la noche en la comunidad y el día miércoles continúa con sus actividades, entre las que se incluye asesorar a los padres de familia, quienes “llevan la batuta” en la educación de sus hijos.

En el tercer escenario se encuentran profesores originarios de las comunidades, quienes brindan clases de lunes a jueves, dejando el viernes para conectarse virtualmente con el cuerpo académico regional, para ello tienen que subir hasta dos horas de camino para conectar con el servicio de internet.

AUMENTA LA DESERCION ESCOLAR

El panorama ha ocasionado un aumento en la deserción escolar. Son muchos los padres de familia que al no saber leer ni escribir se sienten incapaces de ayudar en el proceso a sus hijos, otros no tienen la paciencia para ayudarles y optan por darles de baja a la espera de retornar las clases presenciales.

“Recibimos llamadas a diario de padres de familia, padres de familia desesperados, diciéndonos que ya no podemos, explíquenos no sabemos leer ni escribir, ¿Cómo podemos explicarles?”.

A nivel regional y nacional la matrícula de alumnos del Conafe ha ido a la baja, a pesar de los esfuerzos de convencimiento que realizan los profesores para que los niños y niñas continúen con su educación.

De acuerdo a sus observaciones y como punto de vista muy personal, Francisco Barreto concluyó que los alumnos están adquiriendo apenas un 50 % de los aprendizajes esperados en el plan educativo.


Antonio Díaz