Docente de la SEJ denuncia prácticas de hostigamiento sexual y laboral en la institución educativa en Jalisco
Fotografía: María Ramírez Blanco




Guadalajara, Jalisco.

El pasado 31 de marzo Gloria Esther Briceño Alcaraz, docente con más de 19 años en la Secretaría de Educación Jalisco, fue cesada de manera injustificada, ella afirma que fue por haber denunciado internamente hostigamiento sexual y laboral por parte de su jefe César Santoyo Muñoz, director del Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio.

Todo inició en 2019 cuando le empezaron a quitar clases y a no tomar en cuenta. Ante tal situación su jefe le decía.

“Esto está pasando porque no te quieres portar bien conmigo. Esa era la respuesta.

¿Eso le decía su jefe? ¿Pero qué era portarse bien?

-Eso mismo yo le pregunté ¿Qué es lo que estás queriendo decir? Que te adule, en plan sarcástico le dije: que te bolie los zapatos. ¿A qué te refieres? porque si esperas otro tipo de comportamiento, no va conmigo”.

Y en 2022 la situación se agravó. De manera injustificada le levantaron tres actas administrativas: dos en noviembre del año pasado y la última en febrero de este año.

Gloria Briceño lleva 120 días sin recibir un sueldo, tuvo que vender su auto para sostenerse económicamente. Antes de que la cesaran, en dos ocasiones la suspendieron por 30 días sin goce de sueldo. Ella denunció ante el Tribunal y Arbitraje y Escalafón del Estado de Jalisco para solucionar el tema laboral; sin embargo, ella quiere denunciar lo que pasa internamente en la Secretaría de Educación Jalisco.

“Yo quiero evidenciar que la estructura de la SEJ tiene prácticas de acoso laboral, sexual, sexista, de bullying en la que supuestamente hay reglamentos pero se los pasan por el arco del triunfo porque se hacen omisos”.

El titular de la Secretaría de Educación Jalisco, Juan Carlos Flores Miramontes firmó las tres actas administrativas, y aunque Gloria pidió que se revisara nuevamente el motivo de las actas con otros testigos debido a las calumnias argumentadas pero el secretario no accedió y ella se cuestiona por qué firmó las actas, por qué decidió creer lo que decía el agresor sin antes escucharla a ella.

“Por qué no creyeron desde el principio que me estaban dañando mis intereses laborales y como mujer, por qué no creyeron en esa queja que dije: que todo esto me pasa porque no me porto bien con él. Desoyeron e hicieron caso omiso a los más de 19 años de trabajo y que mis compañeros pueden hablar de mí”.

No es la primera vez que la SEJ le queda a deber a las víctimas de delitos sexuales, está el caso de las y los menores que han sufrido abuso sexual infantil en los planteles educativos. Tan sólo del 2018 a la fecha hay 20 carpetas de investigación y en ninguna hay responsables.


María Ramírez Blanco