Diamela Eltit platica con jóvenes cómo se aprende a vivir bajo una dictadura
Fotografía: UdeG.




Guadalajara, Jalisco.

Diamela Eltit, ganadora del Premio FIL de Literatura, se encontró con estudiantes de preparatoria en “Mil Jóvenes con…”, en el salón Juan Rulfo de la FIL a quienes les dijo que, siendo joven, tuvo que aprender a vivir, junto con sus amigos, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, a partir de 1973.

Les platicó cómo al imponerse el toque de queda en Santiago, había que darse prisa para llegar a casa y aun así, como parte del Colectivo de Acciones de Artes (CADA), también se daban tiempo para hacer pintas clandestinas en los muros con la frase “No más” y cualquier anónimo, completaba la frase “No más… dictadura”, “No más… detenidos” o “No más… padres”.

La autora de la novela “Fuerzas Especiales” dijo que, aún bajo el control militar de todos los espacios en Chile, pudo estudiar literatura y pudo asistir a fiestas que empezaban con el toque de queda y se terminaban al levantarse la prohibición de circular en las calles, a la mañana siguiente.

“En ese contexto, en esa situación, con un cambio profundo tuvimos que aprender a vivir bajo dictadura. No sabíamos, aprendimos a vivir. Por ejemplo, las universidades que nosotros habitábamos en ese tiempo pasaron a ser dirigidas por militares. Eso puede parecer raro, pero así fue y tuvimos que vivir en ese contexto y en ese contexto es que empezamos a juntarnos artistas”, relató.

Durante el diálogo propiciado por la poeta Rocío Cerón, la escritora chilena de 72 años escuchó muchas preguntas de los jóvenes, quienes querían saber cuál era su proceso creativo o cómo se divertía durante la dictadura.

Diamela Eltit dijo que ella ha sido una privilegiada al dedicarse a la literatura, aun cuando trabajó como agregada cultural en la embajada de Chile en México, donde concluyó una de sus novelas, entre 1991 y 1994.

“Yo siento que ha sido un privilegio escribir y haberme podido mantener en ese espacio. Entonces, no he tenido algún tipo de angustia por los libros o por el destino de los libros, si me critican, si no me critican. Pude vivir la literatura, de la producción. Ahora que estoy vieja es que verdaderamente siento que ha sido un privilegio escribir”, expresó.

La ganadora del Premio Nacional de Literatura de Chile confesó que al escribir ha sufrido bloqueos creativos. Sin embargo, afirmó que “escribir es como una cita, hay que esperar, sabiendo que va a llegar”.


Ignacio Pérez Vega