Guadalajara, Jalisco. 

Al decretar los médicos su muerte cerebral, el comandante Marco Antonio Piñón Méndez fue despedido como héroe, entre aplausos. Su familia decidió que sus órganos fueran donados.

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Tanto la Fiscalía de Justicia de Jalisco como la Secretaría de Seguridad Pública publicaron condolencias lamentando su fallecimiento y solidarizándose con la familia.

Mientras esto ocurría, en los juzgados orales en materia penal se imputaba a Brian Gerardo A. por el delito de homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa en contra de otro agente investigador. Los hechos ocurrieron el pasado 25 de enero del año en curso cuando los agentes trataban de cumplimentar una orden de aprehensión por homicidio en contra de este mismo sujeto.

Como se informó oportunamente, el citado sujeto y otros, que portaban armas cortas y largas, les dispararon desde la azotea y otros puntos.

Así hirieron en la cabeza a Marco Antonio Piñón y a su compañero. Otros agentes finalmente aprehendieron a Brian Gerardo, a quien el próximo 1 de febrero el juez de control resolverá si le decreta la vinculación a proceso por homicidio.

Emotivos videos se difundieron esta misma noche donde familiares, amigos, colaboradores, personal del IMSS e incluso familiares de otros pacientes, hicieron una gran valla y despidieron en medio de aplausos al comandante Marco Antonio Piñón Méndez. Honor a quien honor merece. Descanse en paz.