Decreto sobre aborto en Brasil retira punto sobre visualización del feto
Fotografía: EFE - Referencial




Río de Janeiro, Brasil.

El gobierno brasileño modificó este jueves el decreto que endurecía el acceso al aborto de víctimas de violación, retirando en particular la obligación de que los médicos informen a la mujer de "la posibilidad" de ver el feto.

El decreto original, de fines de agosto, estipulaba que "el equipo médico deberá informar [a la paciente] acerca de la posibilidad de visualización del feto o embrión por ultrasonido".

Ese párrafo fue retirado de la nueva versión, publicada este jueves por por el Diario Oficial de la Unión (DOU) con la firma de Eduardo Pazuello, ministro de Salud del presidente Jair Bolsonaro.

El nuevo decreto mantiene en cambio la determinación de que los médicos comuniquen el caso a la policía, independientemente de la voluntad de la víctima de hacer una denuncia formal de la violación; pero se abstiene de indicar que esa comunicación debe ser "obligatoria", como en la versión original.

Tras la publicación del decreto en agosto, dieciséis diputados brasileños escribieron una carta a la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, instándola a intervenir en nombre de la protección de los derechos de la mujer.

Brasil sólo permite el aborto en casos de violación, peligro para la vida de la mujer o anencefalia del feto. Pero esas excepciones son cuestionadas por la derecha ultrarreligiosa, que fue un importante puntal de la elección de Bolsonaro en 2018.

La tentativa de endurecimiento de las normativas se produjo tras la polémica provocada a principios de agosto por el caso de una niña de 10 años que supuestamente fue violada por su tío y a la que se le negó un aborto en su estado natal, Espirito Santo (sudeste).

La niña pudo finalmente someterse al procedimiento en Recife (nordeste), aunque afuera del hospital se encontró con activistas de extrema derecha y políticos que organizaron una furiosa protesta.

La identidad de la niña y del hospital en el que iba a ser ingresada fue divulgada por la activista de extrema derecha Sara Winter, una destacada partidaria de Bolsonaro que tiene estrechos vínculos con la Ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves, una pastora evangélica.

Según un informe del diario Folha de Sao Paulo, la ministra presionó para intentar retrasar el aborto, algo que ella niega.