Ciudad Juárez, Chihuahua.
El Deutscher Club Rainer Palast, un bar de Ciudad Juárez que fue durante décadas refugio de soldados alemanes, es hoy un albergue llamado Esperanza que acoge a migrantes deportados y a personas adictas a las drogas.
“Yo fui deportado por problemas de drogadicción y estaba quedándome en las calles, me acostaba en un cartón. Un amigo me dijo que este lugar era un centro de rehabilitación y me están apoyando para dejar las drogas”, explicó este miércoles a Efe Fidencio Ramos, uno de los albergados en este recinto que aseguró que poco a poco está superando el problema.
Según detalló Ramos, su esposa y dos hijos permanecen en la fronteriza ciudad de El Paso (Texas), lo que hace su situación más dolorosa.
Su realidad es parecida a la de José Hortensio Gudiño, deportado desde Estados Unidos por problemas de drogas y falsificación de documentos.
“A mí me ha cambiado la vida estar aquí. He salido a trabajar y no ando en mal camino”, dijo el hombre, que perdió su casa y su matrimonio debido a las adicciones.
Este espacio se encuentra en la zona centro de Ciudad Juárez y consta de dos plantas, una cocina comedor y habitaciones con unas cuarenta camas en total.
