Guadalajara, Jalisco.

El consumo de alcohol, drogas intravenosas, medicamentos y nutrición alta en calorías ponen en riesgo la salud del hígado; al día, se estima que 114 personas pierden la vida en Jalisco por cirrosis hepática.

El Profesor del Instituto de Biología Molecular de Medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Juan Armendáriz, advierte que la enfermedad del hígado graso no alcohólica es una epidemia silenciosa ante el alto consumo de alimentos calóricos y bebidas azucaradas.

“Es un problema que está fundamentado en una dieta rica en grasas, en una dieta abundante en azúcares no refinados en sucralosas u en otros hábitos alimenticios que no son los saludables".

En los últimos dos años, la tasa de mortalidad por cirrosis hepática aumentó, precisa el investigador Juan Armendáriz.

“Ha ido incrementándose, y las muertes por cirrosis, ahora ya ocupan el tercer lugar en personas productivas, esto solamente después de accidentes y de enfermedades cardiovasculares”.

La generación de este siglo corre el riesgo de que antes de la cuarta década de la vida, tengan la enfermedad del hígado graso no alcohólica al acumular grandes cantidades de ácidos grasos en el organismo.

De acuerdo con el INEGI, en el 2020 perdieron la vida 41 mil 492 personas por alguna enfermedad del hígado, principalmente hombres.