Guadalajara, Jalisco. 

México prohibió el uso de las grasas trans en aceites, alimentos y bebidas no alcohólicas, esta sustancia se utiliza para la fabricación de alimentos fritos como las papas o los empanizados, en los empacados como algunas margarinas y mantecas, o procesados como las galletas, panes y otros dulces.

Este tipo de grasas mata más de 13 mil mexicanos al año y a unas 500 mil personas en todo el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud que lleva años dando la batalla para que se limite al máximo el consumo de este producto.

Las grasas trans se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas que permiten alargar el margen de caducidad de los productos y aumentar su estabilidad ante altas temperaturas.

La industria alimenticia tiene hasta septiembre para retirar esa sustancia de la formulación de sus productos o serán sancionados.

El encargado del departamento de operación Sanitaria de la Comisión de Protección Contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal), Arturo Lara, explica:

"Nosotros como ente regulatorio vamos a vigilar las etiquetas de estos alimentos para ver que no tengan ese tipo de ácidos grasos".

Sin embargo, el funcionario estatal reconoció que la revisión en la venta de garnachas y comida que se vende en la vía pública como la comida hecha en aceites recalentados como las papas fritas, los sopes, quesadillas, no se deberán vender ya que el aceite líquido recalentado se transforma en esta grasa:

"Los aceites tal cual líquidos, el aceite de cártamo, de girasol, aceites de esos cuando están no son grasas trans o saturadas todavía pero el proceso de calentamiento a una temperatura elevadísima y una tras otra, una tras otra haces una transformación y los conviertes en aceites malos".

Señaló que el consumo de este tipo de alimentos es cultural por lo que llamó a la población a ser responsable e ir eliminando de la dieta este tipo de alimentos que afectan sobre todo al corazón ya que las grasas saturadas o trans se convierten en una especie de sarro que tapa las arterias y puede desencadenar afecciones cardíacas.