Guadalajara, Jalisco.

En el fondo de la cañada de San Nicolás, donde algún día se pretendió levantar la cortina para una presa, decenas de ahuehuetes de tres siglos flanquean los márgenes del Río Verde que ha vuelto a correr debido a las lluvias.

Hay aquí una destrozada estación de aforo que fue construida para medir los volúmenes de agua del río y saber si era viable la presa. Aunque se canceló el sitio para la cortina por supuestos problemas geológicos y por la presión de los habitantes de San Nicolás y San Gaspar, las razones fueron otras, asegura Juan Guillermo Márquez, presidente del Observatorio Ciudadano del Agua.

En este punto de la cañada de San Nicolás, también se puede probar que el Río Verde no tiene un flujo ininterrumpido y de esta forma es muy complicado realizar una presa, indica Juan Guillermo Márquez.

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El presidente del Observatorio del Agua, cuenta que el actual gobernador Enrique Alfaro ya había comprendido que la presa El Zapotillo era inviable y ahora pretenden retomar el proyecto.

El lunes 14 de junio de 2021, mi compañero Juan Luis Hernández realizó estas tomas donde destacan las ruinas de lo que fue una estación de aforo para medir los volúmenes del río.

Aquí se puede apreciar como el Verde ha comenzado a correr por las lluvias que se han

presentado en los últimos días. El afluente forma un pequeño arroyo del margen izquierdo para seguir por la cañada rumbo al sitio donde se proyecta la presa de El Zapotillo.

Pero el 18 de mayo de 2021, hace unas semanas, fueron tomadas estas imágenes con un dron en el mismo lugar. Aquí se puede apreciar cómo el Río Verde no corre y solamente hay algunos charcos que quedaron de lluvias pasadas.

Es posible ubicar perfectamente las estructuras de la estación de aforo construidas para medir los caudales del río.

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En una especie de islote que se forma en el fondo de la cañada, Luis Antonio de Alba, presidente de la Asociación de Silvicultores de Los Altos, muestra unos sabinos que han crecido en medio del cauce de lo que fue el Verde, una muestra del bajo nivel del afluente.

El punto de San Nicolás fue descartado para realizar la presa, lo mismo que más adelante ocurriría con el proyecto de Arcediano.

Pero sobre la cuenca del Río Verde, la Comisión Nacional del Agua llegó a realizar estudios

en 18 puntos susceptibles de construir una presa. Y el lugar elegido para almacenar las aguas del Verde fue El Zapotillo, un sitio en Cañadas de Obregón que condenaría a desaparecer a tres poblados de Los Altos: Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

Encuentra la historia completa aquí: Tras la huella del Río Verde