Salud.

Se indaga en conocer los efectos que causa la combinación de factores ambientales, genéticos y psicológicos

Datos obtenidos en el módulo de bienestar que opera en el Hospital de Primer Contacto de Colotlán y proporcionados por el nutriólogo Eduardo Miguel Martínez, señalan que el problema de obesidad infantil es un fenómeno que ha ido en incremento e incluso supera la media nacional y algunos indicadores estatales.

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“Hemos hecho análisis en algunas escuelas y los hemos comparado con la media nacional, justamente con los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino de 2016, podemos comparar, por ejemplo, no tenemos todas las comparaciones de todas las escuelas que hemos ido, pero sí hemos hecho algún análisis por lo menos en tres de ellas y se encuentra igual o más alta que la media nacional; entonces aquí lo que podemos determinar es que, aunque es una ciudad pequeña, tiene las mismas condiciones o incluso más alta que la Encuesta Nacional de Nutrición. Por ejemplo, en la Encuesta Nacional de Nutrición hay dos apartados que también se consideran, a parte de la media nacional, hay una que dice que es la población del centro, en el centro aparece Jalisco y ahí aparecemos arriba, si la hacemos con la comparación de población urbana, también aparecemos arriba de la media”.

Si se mantienen las tendencias actuales, en 2022 habrá más población infantil y adolescente con obesidad que con insuficiencia ponderal moderada o grave, revelan datos de la Organización Mundial de la Salud.

Aunque la obesidad infantil puede estar originada por una enfermedad genética, en el 99% de los casos se produce como resultado de la combinación de factores ambientales, genéticos e incluso psicológicos, que en el módulo de bienestar se han propuesto identificar.

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“En las escuelas no solamente vemos los problemas que se pueden presentar cuando se hace la detección con los valores numéricos del peso, la estatura, sino también estos factores. Al final hay un puntaje y obtenemos si se encuentra en un riesgo bajo, un riesgo intermedio o un riesgo alto ¿verdad?, entonces puede haber un niño que presente un estado nutricio adecuado, una estatura adecuada, pero a lo mejor que tenga alto puntaje por todos estos factores modificables”.

El número de niños y adolescentes de edades comprendidas entre los cinco y los 19 años, que presentan obesidad, se ha multiplicado por 10 en el mundo en los cuatro últimos decenios, según cifras de la OMS.

En Colotlán las acciones han permitido un diagnóstico, pero además la implementación de diversas medidas que ayuden a revertir la realidad que aqueja a los menores y las complicaciones que podría sufrir en un futuro.

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“Principalmente ahorita estamos detectado, a parte del peso, porcentaje de grasa y la cintura, también algunos otros factores que están relacionados con el estilo de vida, por ejemplo la actividad física ¿no? En los menores la actividad física tiene que ser mayor a 60 minutos al día, que duerman más de 8 o 9 horas dependiendo también la edad ¿verdad?, entre más chicos hay que dormir más, pero por ejemplo, nos hemos encontrado mucho con que actualmente los niños y los jóvenes están durmiendo cada vez menos y esto también relacionado con las tecnologías.

El 80% de los niños obesos continuarán siéndolo cuando lleguen a adultos si no se adoptan las medidas oportunas por parte de padres, profesores y familiares. En Colotlán existen las condiciones para llevar a cabo buenos hábitos alimenticios, pero poco interés por parte de los pobladores, lamentó el especialista.