Colectivo 456 pide que se entienda que aceptaron el diálogo con el gobierno, para llegar a la verdad y a la justicia
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco.

Este 5 de agosto se cumplieron dos meses de la manifestación para exigir justicia para Giovanni López y tras la cual se realizaron desapariciones forzadas en las inmediaciones de la Fiscalía Estatal, en la zona industrial.

El colectivo 456, conformado por sobrevivientes de abusos policiales, desaparición forzada y tortura, hizo un posicionamiento público para explicar quienes son y que buscan.

Señalaron que al aceptar dialogar con el gobierno de Jalisco, recibieron duras críticas de otros activistas, las cuales les dolieron, sin embargo, explicaron en un documento conjunto de cuatro cuartillas, que el colectivo 456 “no busca posicionarse como una fuerza antigobierno o antisistema; hemos decidido tener fortaleza en colectivo para encontrar mecanismos de defensa y de resistencia ante las violencias y las injusticias sistemáticas”.

Regina, una de las voceras del colectivo, pidió que se entienda que ellos buscan la verdad y la justicia, pero mediante el diálogo y la no violencia.

“Sí hemos decidido colaborar -hasta cierto punto- y buscar que se resarza el daño, buscar la no repetición y buscar todo el cumplimiento de todos los derechos humanos. Nosotros entendemos hasta cierto punto estas críticas de por qué pueden verse las cosas desde esta manera, pero recordemos que nosotros también estamos siguiendo una linea que planteamos no solo nosotros, sino las Naciones Unidas. La ONU le solicita al Estado que trabaje en conjunto con aquellas personas que han vivido estas experiencias”, puntualizó.

Por su parte, Flavio, vocero del colectivo 456, señaló que un punto importante es que lo principal es resguardar la seguridad de quienes fueron secuestrados aquel 5 de junio y lamentó que aceptar sentarse a dialogar con autoridades estatales, se haya malinterpretado como una alianza o un pacto de silencio, cuando no es así.

“Nosotros optamos por dialogar, por no buscar una confrontación directa, por no utilizar un mecanismo de carácter violento o de confrontación, que en algún sentido nos hiciese màs vulnerables o que pudiese ponernos en peligro. Nosotros eso siempre lo dialogamos, siempre optamos por cuidar la vida. Nos sentimos vulnerables y eso en algún momento dado, tal vez se reflejó en el tipo de decisión que nosotros tomamos, pero síqueremos enfatizar que nosotros abrazamos el diálogo y es lo que estamos buscando”, señaló.

Luis, otro de quienes fue subido a camionetas por policías de la Fiscalía Estatal, dio a conocer que persiste el hostigamiento hacia ellos, pues vehículos se paran frente a sus viviendas y señalan con el dedo hacia sus casas.

“En estos días se nos termina a varios la protección que nos dieron por dos meses, pero puudiérmos pensar que es una paranoia, pero varios hemos estado observando camionetas del estilo en las cuales nos subieron, personas con la vestimenta de las personas que nos subieron, porque recuerden que eran camionetas no oficiales, no tenían ningún sello, no tenían ningún logo, entonces, muchas personas nos han comentado que son estrategias (para intimidar). No queremos señalar a nadie”, expresó.

Las víctimas de desaparición forzada manifestaron que tras la violencia que sufrieron esos tres días de junio, su vida no es la misma que antes, pues reciben terapias psicológicas y psiquiátricas, algunos enfrentarán cirugías por las golpizas que recibieron. Flavio dijo con claridad: “Nos jodieron la vida”.

Por lo pronto, el colectivo mantiene su postura de participar en foros que se realizarán a partir del 15 de agosto.

Se calcula que los días 4 ,5 y 6 de junio hubo más de 130 manifestantes víctimas de detenciones arbitrarias y de desaparición forzada.


Ignacio Pérez Vega