Pediatra de Clínica Mayo recomienda vacunar a niños contra COVID-19
Fotografía: Coordinación de Desarrollo Social / Archivo / Referencial




Guadalajara, Jalisco.

El gobierno mexicano ha justificado que no vacuna a niños menores de 12 años contra COVID-19, entre otras razones porque la mortalidad en niños de 0 a cuatro años, es la novena o décima causa de muerte.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell también ha dicho que antes de implementar una estrategia para vacunar niñas, niños y adolescentes hay que considerar una alta cobertura en grupos de mayor prioridad, como las personas mayores, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Este jueves, la pediatra de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, Nusheen Ameenuddin, dio una conferencia de prensa virtual para abordar el efecto de COVID-19 en los niños tanto físico como mental y recomendó vacunarlos.

La especialista dijo que hay un aumento del 30% en los trastornos mentales en niños durante la pandemia, entre ellos, la depresión, ansiedad y trastornos alimentarios, aunque antes de COVID-19 ya sucedía, en estos años hubo un repunte más significativo.

Aunque no puede hacer una recomendación al gobierno mexicano, ella sí espera que los niños sean vacunados.

“I am very confident in the fact that we have seen that the vaccines have been very protective, in protecting children not just from death but also the very severe consequenses and I'd like to share an example: even when we look at mortality or death estatistics we don't often take into account how the number of kids who have had strokes from COVID or who've had other life-threatening and life altering side effects. We literally have kids who, you know whose brain would never be the same, even though they survived COVID”.

Traducción:

Tengo mucha confianza en el hecho de que hemos visto que las vacunas han sido muy protectoras, al proteger a los niños no solo de la muerte sino también de las consecuencias muy graves y me gustaría compartir un ejemplo: incluso cuando observamos la mortalidad o la muerte. En las estadísticas, a menudo no tomamos en cuenta la cantidad de niños que han tenido accidentes cerebrovasculares por COVID o que han tenido otros efectos secundarios que amenazan la vida y alteran la vida. Literalmente tenemos niños cuyo cerebro nunca volvería a ser el mismo, a pesar de que sobrevivieron a COVID.

Además hay secuelas severas, se han visto más casos de COVID-19 largo o prolongado, así como el síndrome inflamatorio multisistémico que afecta el corazón, daño pulmonar y los accidentes cardiovasculares que antes no se daban en menores y después de COVID-19 ya suceden.


Elizabeth Ortiz