Cielo Tejido de Etzatlán se inaugura en Zapopan
Fotografía: Héctor Navarro.




Guadalajara, Jalisco.

Se inauguró Cielo Tejido de Etzatlán en el Andador 20 de Noviembre, muestra en la que participaron 200 artesanas y artesanos, quienes a lo largo de un año elaboraron carpetas tejidas en distintos colores y diseños. Estará hasta el 15 de agosto en el primer cuadro del Zapopan.

En el acto, estuvo presente Concepción Siordia de Ron, creadora del tejido y algunas tejedoras que hicieron el viaje desde Etzatlán.

“Nos unimos un grupo muy grande de mujeres y logramos esto. Lo hicimos como una ofrenda al señor de la misericordia, empezamos cociendo poco a poco y queriendo también que la cultura más antigua del mundo, que es el tejido, vuelva a resurgir en nuestro mundo. Tengo el honor de presentar a mis amigas, que vienen a dar fe de los que han tejido”.

El director de Cultura, Cristopher de Alba Anguiano, informó que, además de la muestra de tejido, la delegación de Etzatlán participará con distintas actividades como charlas, exhibiciones de ballet folclórico y recitales de música, entre otras.

Siordia de Ron invitó a que al igual que ellas se unieron para realizar el tejido, el pueblo se una

“Yo los invito a todos ustedes a que trabajemos juntos, unidos, y luchar por un Mexico mejor. ¿Cómo lo vamos a lograr? No trabajando para ustedes, sino para todos y que tengamos voluntad de hacer algo por el país”.

En Etzatlán se encuentra el cielo tejido más grande del mundo. El techo fue elaborado en hexágonos de ocho colores y diseñado con motivos florales y figuras que aluden a la cultura wixárica.

El proyecto surgió en 2017 cuando la señora María Concepción Siordia Godínez (conocida como Paloma Ron) y su hija Damiana Lorena, elaboraron carpetas de rafia en honor al Señor de la Misericordia, a quien se le dedican las fiestas patronales durante el mes de octubre.

Lograron romper el Récord Guiness en 2019 e hicieron historia en 2022 con 8 mil metros cuadrados y 199 personas participando.

Asimismo, participaron en Dubái con una exposición de 900 metros cuadrados.


Héctor Navarro