Chiapa de Corzo, Chiapas.

El cielo sobre el río Grijalva se iluminó de mil colores con el espectacular 'Combate Naval', el show pirotécnico en el que más de 10 mil espectadores disfrutaron de las postales que les regalaba el Pueblo Mágico de Chiapa de Corzo, en el estado mexicano de Chiapas.

Durante 40 minutos, más de una toneladas de fuegos pirotécnicos alegraron, emocionaron y sorprendieron a los asistentes que tomaron las orillas del malecón, en palcos, terrazas de casas y turistas que rentaron lanchas.

Otros más se acomodaron en diversos puntos alrededor del río Grijalva para disfrutar del Combate Naval.

Este festejo alude a Nandada (diosa del agua) y a Nombobi (Dios sol), y en homenaje a Nangularí, fundador de Teochiapan, hace 471 años, expresó a Efe, Eduardo Alberto Vargas Dominguez, médico y cronista de Chiapa de Corzo.

“Su origen principal es un espectáculo completamente prehispánico que fue rescatado por un fraile llamado Pedro de Barrientos en 1549 cuando llegan los españoles, este fraile recogió toda la información de cómo se lleva este ritual”, comentó.

El cronista detalló esta ceremonia y recordó que consistía en que dos grupos de canoas bien provistas con flores, frutas y semillas, se encontraban a mitad del río, los de arriba y los de abajo.

Entonces se daba el encuentro a medio río y ahí se aventaban todo lo que llevaban, uno tras otro y al final, lo que sobraba lo arrojaban al fondo del agua en un ritual que era ofrendado a la Diosa del agua llamada Nandada en lengua chiapaneca, explicó.

Con el paso del tiempo, con la llegada de personajes religiosos y políticos, se le dio a esta tradición un significado diferente dependiendo la fuerza política que gobernaba esos años.

El Combate Naval rememora las batallas de conquista (años de 1524 y 1528) y de pacificación (años de 1532 y 1534) sostenidas entre los españoles e indígenas chiapanecas, recreadas pirotécnicamente por el espíritu belicoso e indomable del chiapaneca.

Este espectáculo con pirotecnia, se realiza en Chiapa de Corzo, la noche del 21 de enero, en las aguas del río Grijalva, en el marco de la Fiesta Grande de Enero.

Poco a poco, los asistentes fueron envueltos con el espectáculo pirotécnico, de luces láser y de efectos especiales que fueron encargados por el patronato y que dejaron sonrisas y asombro entre los visitantes.