“La capirotada”, la fosa común en Guadalajara donde iban los muertos de cólera
Imagen: Transmisión en vivo




Guadalajara, Jalisco.

La pandemia de Covid-19 tiene una fuerte similitud con otras epidemias de siglos pasados en México: azota con mayor severidad a las poblaciones de escasos recursos. Para la historiadora y rectora del Centro Universitario de la Costa, Lilia Oliver Sánchez, un claro ejemplo es el brote de cólera que golpeó a Guadalajara en 1833.

De acuerdo con una investigación documental que realizó, la población ubicada en Polanco de origen indígena tenía una tasa de mortalidad de 120 por cada mil habitantes, mientras que en El Sagrario, una zona mejor acomodada, era menos de la mitad, 46 por cada mil personas.

Además, en el coloquio virtual de Historia dentro de la FIL,Oliver Sánchez reveló cómo se llevaban a cabo los servicios funerarios en la Guadalajara de esa época.

"En las actas de defunción, en las tres mil 37 que registró la calidad del entierro, esto es lo que pagaban los dolientes por los servicios funerarios, se anotan unos datos muy interesantes, cinco categorías de entierros y dentro de estas está un entierro solemne, alto, entierro bajo, entierro humilde y entierro de limosna, ahora bien, el 99% de los casos que murieron de cólera fueron enterrados de limosna, lo que significa que eran de pobreza reconocida".

Para hacer frente a las muertes por cólera, en lo que hoy es el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde se habilitó una fosa común que la gente denominó La Capirotada, donde eran llevados los cuerpos de quienes no tenían cómo pagar otro medio de inhumación.

"El pueblo en Guadalajara la apodó la capirotada por la forma en que se acomodan los panes de este postre, uno encima de otro y por la forma que en esa fosa común llamada la capirotada se acomodaban los cadáveres, una hilera de cadáveres, otra de cal, otra de cadáveres. En ese tiempo se escuchaba decir en las calles de Guadalajara ‘ya lo llevan a la capirotada’, algunos casos inclusive moribundos".

Por su parte Héctor Raúl Pérez Gómez, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, llamó a que en la pandemia actual de Covid-19 se reduzca la brecha de desigualdad para garantizar que tanto la vacuna como los servicios de salud lleguen a todos, de lo contrario la llegada del biológico tendrá un bajo impacto.