Guadalajara, Jalisco.
El comercio establecido teme que el ambulantaje se desborde en el Centro Histórico de Guadalajara y se convierta en un foco de propagación del Covid-19.
En un conteo hecho por la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (CANACO) se detectaron 177 comerciantes informales de giros no permitidos: venta de ropa, electrónicos, cajetillas de cigarros, accesorios para celulares, gorras, cubrebocas, relojes, perfumes, discos compactos y memorias USB con música, piratería, y artículos usados presumiblemente robados.
La zona donde más se concentran es la plazoleta de San Juan de Dios, la plaza de los Mariachis y la zona comercial de Obregón, donde se contabilizaron 166 puestos semifijos no permitidos, es decir el 77% del total.
Al respecto habla Ana Solís, directora de Comunicación y Estrategia de Canaco.
El estudio de Canaco incluye una encuesta a sus socios, la cual arrojó que el 52% de las empresas formales percibe un crecimiento de la informalidad y siete de cada diez lo encuentra en la misma zona de sus instalaciones.
Los encuestados aseguraron que este fenómeno reduce 35% sus ventas y el 94% lo ve como un factor de propagación del coronavirus debido a que no se les exige protocolos sanitarios como a los establecidos.
Ante estos resultados, la Canaco pide a las autoridades municipales tolerancia cero para la venta de productos ilegales, piratas, robados o de dudosa procedencia y una mayor supervisión en el Centro Histórico, donde se ha detectado el crecimiento de la informalidad en las últimas semanas.