Bogotá prohibe protestas en dos sitios tras muerte de un motociclista
Fotografía: EFE/ Mario Caicedo




Bogotá, Colombia.

Un motociclista murió el viernes en Bogotá durante una protesta a causa de una "violenta obstrucción por parte de algunos manifestantes", informó la alcaldesa de la capital colombiana, al prohibir este sábado las congregaciones en dos de los principales sitios de protesta.

En un video público, la alcaldesa Claudia López dijo que ordenó "que se suspenda cualquier actividad de aglomeración sobre el Portal de las Américas y sobre el Portal de Suba", luego de lamentar la muerte de Camilo Vélez, de 27 años.

Vélez perdió el control de su motocicleta en inmediaciones del Portal Américas cuando se impactó contra un "cable tensionado" que le ocasionó una herida de cinco centímetros en el cuello, detalló la policía en un comunicado.

En estos dos portales de transporte público, situados en sectores populares del oeste y norte de la urbe, las protestas de día escalan regularmente en disturbios y confrontaciones con la fuerza pública cuando cae la noche.

Vélez es la tercera persona que muere esta semana en medio de las sangrientas manifestaciones en Bogotá, uno de los principales focos de la ira popular que se toma las calles desde el 28 de abril en rechazo a las políticas del presidente Iván Duque.

Según la alcaldesa, las dos primeras muertes podrían estar relacionadas con "las presuntas violaciones a los protocolos por parte de algunos miembros" del escuadrón antidisturbios de la policía.

La ONU, Estados Unidos y varias ONG internacionales han denunciado un uso desproporcionado de la fuerza por parte de uniformados en las protestas.

Sin embargo, la mandataria de centro-izquierda insistió en condenar a la par la violencia ejercida por algunos de los manifestantes.

"Los ciudadanos y jóvenes que de buena fe han estado convocando a actividades culturales y pacíficas en esos dos portales (...) no tienen ninguna capacidad de garantizar que esas actividades se harán de manera pacífica", añadió.

Lo que comenzó como una protesta contra una frustrada alza de impuestos en pleno pico de la pandemia devino en un movimiento popular, que exige una reforma de la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos que dejó el coronavirus, que elevó la pobreza del 37% al 42% de la población.

Aunque el frente más visible de las movilizaciones suspendió las protestas hasta el 20 de julio, otros sectores inconformes mantienen activas sus marchas, concentraciones y bloqueos. En casi dos meses han muerto al menos 60 personas en el marco de las manifestaciones, dos de ellos policías.