Guadalajara, Jalisco. 

La Federación Mexicana de Colegios de Biólogos espera que la nueva titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, sostenga la política pública de eliminar progresivamente los herbicidas y agroquímicos que se utilizan en el sector productivo nacional, señaló el presidente del organismo, Jorge Escobar Martínez.

El glifosato no es altamente tóxico como herbicida, y de hecho, está considerado como de toxicidad moderada. El problema es que su gran eficacia lo ha hecho muy popular y su uso desmedido ha tenido graves consecuencias en otros organismos diferentes a las malezas. Hay mucha información científica que lo acredita. 

Otro factor relevante es que los organismos genéticamente modificados son resistentes a su uso,  por lo cual es un componente agrícola idóneo para obligar por la vía de los hechos al agricultor a inclinarse por cultivos transgénicos y esto genera otra consecuencia adversa en la agricultura tradicional con variedades nativas que poco a poco van siendo sustituidas en el campo, añadió. 

"El ejemplo ahorita se llama glifosato, pero el tema es muchísimo más amplio (…) y convertirnos en sujetos controlables de una economía transnacional”, indicó Jorge Escobar.

Dijo que se difunden numerosas falacias en este asunto. Por ejemplo: que los organismos genéticamente modificados (OGM) pueden competir con especies nativas, lo que es falso, pues los OGM son estériles. Lo que realmente pasa es que los agricultores se vuelven dependientes de variedades agrícolas que no pueden reproducir, y tampoco pueden evitar que desplacen las variedades nativas y en consecuencia se genera un mercado agrícola dependiente de monopolios. 

Monsanto, Bayer y Syngenta, son firmas que van dos o tres décadas adelante en tecnologías agrícolas capaces de controlar la producción en regiones importantes del mundo. Ahora tienen los ojos en temas de polinización. "Realmente no están interesados en remontar el asunto con los herbicidasm, por eso hay que estar alertas", concluyó.