Guadalajara, Jalisco.

En total oscuridad, la música se apodera de la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander. Poco a poco, el telón sube y los cascabeles de los pies descalzos comienzan a sonar, al fondo la sombra de un bailarín que porta un gran penacho.

Fotografía: Cortesía Conjunto Santander

La energía de los cuerpos; la rapidez del zapateo contra la tarima; la precisión de los movimientos; y la fuerza del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández llegan a la Perla Tapatía.

Un recorrido histórico al ritmo de ¡trompetas y guitarras! De repente se escucha un grito al unísono ¡viva la Revolución! Con carrilleras y rifles, las adelitas suben al escenario a dar batalla.

Fotografía: Cortesía Conjunto Santander

Tras cada coreografía, los aplausos del público no se hacen esperar ni la ovación al músico que demostró su habilidad con los dedos al tocar con maestría el arpa.

Bailarines y bailarinas con cabezas colosales y alegres vestuarios abandonan la escena para invitar al público a ser parte del espectáculo.

Fotografía: Cortesía Conjunto Santander

Y así, comienza la pieza que remonta a los asistentes a su infancia con el clásico ¡a la víbora, víbora de la mar, de la mar! y una escenografía que recrea los días de feria en los mágicos pueblos de nuestro país.

Hacia el final, la gala se convierte en una fiesta ¡la fiesta de Jalisco! al son del mariachi y las suertes de los charros que cierran con ¡bombo y platillo! una presentación que durante cerca de dos horas reunió a los bailes más emblemáticos de nuestro país.

Más de 120 coreografías originales son parte del legado del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, que en esta ocasión, celebra su 70 aniversario.

La bailarina y coreógrafa realizó un profundo trabajo de investigación de los bailes tradicionales, música, costumbres y trajes típicos, lo que le permitió redescubrir y revalorar la riqueza de la danza, y consolidar al Ballet de México como “la mejor compañía del mundo en su género”.

Fotografía: Cortesía Conjunto Santander