Guadalajara, Jalisco.

Tras el anuncio del gobernador Enrique Alfaro Ramírez de la suspensión del Centro Integral de Economía Circular (CIEC), el Gobierno municipal de Tala le dio el “tiro de gracia” al vertedero, que ya estaba en construcción, y lo clausuró por tiempo indefinido debido a una serie de irregularidades.

Tras un mes de protestas y de la decisión del Ejecutivo, la autoridad municipal, la misma que había dado su aval para iniciar una intervención en la zona, pidió a los trabajadores que salieran del lugar y sus inspectores colocaron los sellos.

Este sitio iba a sustituir al vertedero Los Laureles, localizado a 70 kilómetros de ahí, en los municipios de Tonalá y El Salto, y que han decidido cerrar 27 años después. Éste recibe un promedio de tres mil toneladas de basura diarias, procedentes de los municipios del Área Metropolitana de Guadalajara.

Ejidatarios y habitantes de Tala negaron que hayan socializado el tema con ellos, y es por eso que interpusieron varias quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) y también se manifestaron frente a Casa Jalisco.

Horas después de que el gobernador de Jalisco hizo pública la cancelación del proyecto, los inspectores del Gobierno de Tala acudieron a la zona y clausuraron el sitio, quedando en el interior una casa rodante, baños portátiles, una planta de energía, lámparas, herramienta y varios tambos.

Apenas se les habían otorgado licencias para colocar una barda perimetral y movimientos de tierra, pero aparentemente no estaban realizando ninguna de estas dos obras. Nunca les autorizaron el cambio de uso de suelo.