Guadalajara, Jalisco.

Aún con el aumento de la afluencia de consumidores durante el Jueves y Viernes Santos, el Mercado del Mar de la Calle 34 no se recupera de una caída del 50% en sus ventas durante la Cuaresma 2020.

Por la emergencia sanitaria del COVID-19 colocaron cuatro filtros de ingreso con túneles sanitizantes, que se convirtieron en cuello de botella con largas filas de clientes, que no se alcanzan a traducir en un repunte en ventas, aseguró Eduardo Azano, presidente

de la Asociación de Comerciantes de Pescados y Mariscos de Guadalajara.

"Siempre en Jueves y Viernes Santo se nos incrementa la venta pero ahorita tenemos calculado que con estas medidas, que son un cuello de botella, yo creo que vamos a vender menos del 50%. Si traemos caída en ventas por los filtros porque se están tardando, haga de cuenta que antes tardaba la gente media hora en comprar, ahora se están tardando media hora en hacer la fila y otra media hora en salir", comentó.

Cada media hora, 50 personas ingresan al mercado por cada filtro. En total, 200 clientes hacen sus compras al mismo tiempo, en un operativo supervisado por el ayuntamiento de Guadalajara.

Eduardo Azano argumentó que la logística y las filas son aparatosas en comparación con los ingresos que dejarán a los comercios.

Aún cuando el Mercado del Mar de la calle 34 se convirtió en cuello de botella, los locatarios asumen los perjuicios y entienden que es necesario para que no se propague el coronavirus.