Guadalajara, Jalisco.

A más de dos años de que se anunciara la prohibición del uso de caballos para las tradiciones calandrias turísticas en Guadalajara, aún faltan más de la mitad de estos vehículos por ser suplidos por las nuevas calandrias de tracción eléctrica que desde mayo de 2018 comenzaron a circular por el Centro Histórico.

Fue con Enrique Alfaro cuando se reformó el reglamento municipal para la prohibición de los caballos en calandrias, con el mismo mandatario, se anunciaba la eliminación total de las convencionales calandrias para que desde 2018 comenzaran a circular sólo las eléctricas, sin embargo, por problemas jurídicos con el empresario que entregaría los vehículos eléctricos, apenas son 16 las calandrias de este tipo las que ya circulan por Guadalajara y 12 que están en talleres esperando la resolución jurídica con la empresa Kadled, que sería la que a cambio de 20 años de publicidad, entregaría al municipio 56 calandrias eléctricas para que este a su vez se las entregara en comodato por 99 años a los calandrieros que aceptaran mudar de esquema, explicó, Ismael Del Toro.

“Está un lote en el taller, estamos con el trabajo para poder solventar jurídicamente ya una forma en que el municipio haga frente completamente al tema, hay que recordar que en el esquema de transición había un empresario de la iniciativa privada,  construía, generaba, hacia el gasto de las calandrias y se entregaban en comodato al municipio para que el municipio se los entregara los operarios de las calandrias”.

“Lo que vamos hacer es un frente por parte del municipio, una vez que esté resuelto jurídicamente la conclusión de este contrato que se hizo en la administración pasada”, dijo.

El costo de cada calandria eléctrica ronda los 500 millones de pesos, con las 12 que están en talleres se completaría apenas la mitad de vehículos de los que se había comprometido la empresa en entregar por lo que ahora el ayuntamiento tapatío analiza nuevos esquemas y rutas jurídicas para ver si cambian de empresa o continúan las negociaciones con Kadled para que termine el resto de calandrias.

Este cambio no simpatizo a todos los sectores, dividió a los calandrieros y actualmente siguen nueve propietarios de calandrias con caballos sin firmar el convenio para cambiar de modelo, aunque a decir del alcalde de Guadalajara, estos nueve están ahora en la ruta del diálogo y esperan llegar a buenos acuerdos.