Arte social, un camino para el cambio sostenible en materia de agua
La artista plástica Inma Barrero posa frente a su obra durante el evento Be the Drop That Shapes the wave ayer, en el Skyroom at FIAF en New York (EEUU). EFE/ Angel Colmenares




Nueva York, Estados Unidos.

Unas 8.000 bolas de arcilla lacadas en distintos tonos de azul y hechas por un centenar de niños de distintas edades de las Américas se convirtieron en gotas de agua, que conforman una ola, como parte de una pieza artística que se presentó el jueves en Nueva York en el marco de los actos paralelos a la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas.

“Sé la gota que da forma a la ola” fue el lema del evento, organizado por la Fundación FEMSA, en el que se presentó esta obra colectiva dirigida por la artista española Inma Barrero y donde también se anunció un impulso al programa Lazos de Agua

para llevar agua y saneamiento a más de un millón de personas en 2030.

La obra de arcilla es un ejemplo de cómo el arte social puede lograr que las personas se vean como agentes de cambio, amplifiquen su acción y se comprometan en un objetivo, en este caso, el de universalizar el acceso al agua potable en todo el mundo.

Algunos estudiantes de Nueva York que participaron en el proyecto señalaron que tras conocer la situación de falta de agua potable en zonas de Latinoamérica eran más conscientes de tener que reducir su propio consumo de agua.

Barrero, que animaba a todo el mundo a tocar la obra, explicó que el arte es esencial, enriquecedor para los humanos porque abre los ojos, y “nos hace estar conectados a algo más que nosotros mismos”.

Su idea es que esa ola se convierta en un océano, una experiencia para más personas y más comunidades

Con el fin de que sean conscientes de todos los problemas en relación con el agua a través “de la inmersión en el mundo de la cerámica con esta pieza”.