El arte de atender a un paciente en 15 minutos, a debate en el Congreso de Avances en Medicina




Guadalajara, Jalisco.

Aprovechar 15 minutos para atender a un paciente, lograr que la persona tome el medicamento indicado e integrar calidad técnica y humana, son ejemplos del arte en la medicina.

El Presidente de la Academia Mexicana de Escritores Médicos, Alberto Lifshitz Guinzberg, dio la conferencia magistral “Saber y Magia: Reflexiones Contemporáneas sobre el Arte de la Medicina”, en el XXIII Congreso Internacional Avances en Medicina (CIAM), llevado a cabo en el Conjunto Santander de Artes Escénicas.

Entre los temas del arte clínico está el de aprovechar los 15 minutos que en algunas instituciones "burocráticas" les dan a los médicos para atender a cada paciente.

El médico también abordó el tema sobre la adherencia a los tratamientos porque el médico está acostumbrado a dar la instrucción al paciente, pero lo cierto es que las personas no siguen las recomendaciones, y aunque tienen derecho a no hacerlo, no se puede garantizar la eficacia.

Expuso que se han generado una serie de sistemas para asegurar la adherencia terapéutica. Por ejemplo, que el paciente firme un convenio, ponerse de acuerdo con el familiar para que lo espíe, colocar un dispositivo electrónico al frasco para que cada vez que saque una tableta se registre, medir niveles sanguíneos, entre otras medidas, pero lo cierto es que la mejor manera de lograr esta adherencia es la comunicación apropiada con el paciente.

"La tuberculosis es una enfermedad curable, pero el elemento clave para que sea curable es la constancia en el tratamiento durante muchos meses y entonces muchos casos fracasaron porque los pacientes no seguían el tratamiento y en la hipertensión yo daba el ejemplo de que tal vez 40% de los pacientes hipertensos siguen su prescripción y en 60% no la siguen, la abandonan, buscan otras formas de manejar su hipertensión".

Pero eso también es un fracaso de la profesión médica, porque los médicos no los han convencido para que se disciplinen. Significa que no les han entendido o creído.

Además, el arte clínico incluye dar calidad técnica y humana en el trato hacia el paciente.

"Hay una tendencia, por ejemplo, en Estados Unidos. Digo, yo no voy a criticar a los médicos norteamericanos, pero sí a muchos que lo importante es lo técnico, lo que saben: a usted le toca esto y tiene que tomar esto, sin ningún diálogo o dar la noticia: pues usted tiene dos meses de vida, sin reflexionar del daño psicológico que están originando… Entonces, yo creo que no basta la calidad técnica".


Elizabeth Ortiz