Alumnas de la secundaria 56 aprenden lenguas de señas para comunicarse con su compañera
Foto: María R.




Guadalajara, Jalisco.

Ruth, Jimena y Ariana son tres jóvenes de entre 14 a 15 años que estudian en la secundaria Mixta 56 Juana de Asbaje, en la colonia El Santuario en Guadalajara, decidieron aprender el lenguaje de señas para comunicarse con Matilde, quien tiene sordera profunda y toma clases con ellas.

Matilde ingresó este año a la secundaria para continuar sus estudios, pero nunca se imaginó que su presencia en la escuela revolucionaría todo y que inspiraría a otros alumnos en aprender el lenguaje de señas, así lo describe Ariana, amiga de Matilde.

“Simplemente eso del lenguaje de señas porque en eso nos tuvo mucha paciencia para enseñarnos a comunicarnos, porque iban a quitar el taller del lenguaje y ella hizo que lo abrieran y también que toda la escuela aprendiera el lenguaje de señas”.

Para Matilde no ha sido fácil estudiar. Durante la primaria se sintió sola al no haber alguien que le explicara lo que no entendía.

Actualmente se siente menos sola, gracias a sus amigas y el taller de lenguas de señas que se imparte en la secundaría, más el intento de los profesores en comunicarse con ella; sin embargo, ese sentimiento de incomprensión no la abandona.

“A veces se le hace más difícil algunas clases porque necesita algunas palabras para entender mejor, y a veces se siente más apagada porque no entiende mucho como debería de ser”.

El director de la secundaria, Manuel Maciel compartió que para las y los maestros ha sido una experiencia la presencia de Matilde, pues los ha retado a impartir el conocimiento a otros niveles, además la escuela se sensibilizó porque aunque no todos dominan el lenguaje de señas, intentan conectar con Matilde.

“Nosotros creemos que es bueno prepararnos para el día en el que podamos vivir una inclusión más amplia en las escuelas públicas y recibir niños sordos. Este ciclo escolar recibimos a Mati una niña que es sorda profunda, quien revolucionó el proceso y nos hizo vivir la inclusión de una manera única y especial”.

La materia favorita de Matilde es matemáticas, le gusta asistir al taller de cocina y arte. De grande quiere ser actriz y modelo.

Jimena, amiga de Matilde, aseguró que su compañera abrió camino para que la escuela reciba a más estudiantes sordos.

“Siento que los recibiremos tal y como debe de ser para que se sientan más cómodos y poder platicar con ellos porque siento que si llegan así de la nada y no tienen con quien platicar sería incómodo como pasó con Matilda”.

Este 28 de noviembre se conmemora el Día Nacional de las Personas Sordas, con la finalidad de visibilizar cómo viven y lo que falta por hacer para incluirlos en la sociedad y actividades fundamentales como la educación y el trabajo, pero también para repensar cómo conectar con las emociones de las personas sordas cuando no pueden ser expresadas a través de la palabra y la voz debe de encarnarse en señas.


María Ramírez Blanco